Se trata de una técnica que consiste en inyectar una solución salina en las mamas, la cual se absorbe en un periodo de 8 a 24 horas. «Este procedimiento no puede considerarse inocuo porque la punción en el pecho presenta riesgos de sangrado e infección», ha explicado el presidente de la AECEP, Jaime Antonio García Pérez.
«DETERIORO» DE LAS MAMAS MÁS ACENTUADO QUE EN UN EMBARAZO
Es más, prosigue, someter a la mama a esos cambios de volumen bruscos y continuados provocará un «deterioro» del aspecto mamario en forma de caída y atrofia de una manera «más acentuada» de lo que produciría un embarazo.
Además, y dado el carácter puntual del método »Instabreast», el deterioro será tanto mayor cuanto «más veces» se repita el proceso, por lo que la AECEP lo considera un método «poco recomendable».