Neozelandesa, 16 años, pelo rizado e hipnótica mirada. Lorde es un torbellino que triunfa en medio mundo. La artista, que factura canciones de pop con toques electrónicos, decidió entrar en la industria de la música en un otoño saturado de lanzamientos. Y ha salido ganadora.
Lejos de ser un icono adolescente, desde el primer momento ha demostrado talento y un buen gusto musical. De hecho, el estilo musical de Lorde, aún sin definir del todo, está más cerca del de una artista de culto que del de una estrella del pop como podría ser Katy Perry. Fue rescatada por un cazatalentos en una audición escolar cuando tenía 12 años, fichando enseguida por Universal y ha compuesto todos los temas de su álbum de debut. Canta sobre los problemas de hacerse mayor, el desprecio a la fama… Y la crítica especializado la ha aupado como la nueva «esperanza del pop».
Pure Heroine (Heroína Pura) salió esta semana a la venta y ya está cosechando cifras de éxito. El single Royals acaba de alcanzar el número uno en los Estados Unidos por delante de artistas más comerciales como Robin Thicke y Miley Cirus. Y según las previsiones, el álbum debutará la semana que viene en el puesto 3 en Estados Unidos.
La cantante se convierte así en la persona más jóven en los últimos 26 años en liderar las listas de éxitos americanas. El récord aún pertenece a un precoz Stevie Wonder, que alcanzó la fama con sólo trece años.
De Lana del Rey a Sky Ferreira
Lorde es el último caso de una industria que continuamente busca nuevas divas llamadas a ocupar el trono que Lana del Rey consiguió con uno de los mejores álbumes el año pasado. Azealia Baks, Sky Ferreira, Lorde… Son jóvenes y talentosas, ninguna supera los 21 años y ya causan sensación en el mundo de la música, pese a que las dos primeras aún no han publicado su primer disco. Azealia se acerca al rap, Sky titubea entre el pop, el rock y la electrónica y Lorde, la más precoz y talentosa, está llamada a ser la nueva diva del pop. Y las principales publicaciones del mundo de la moda se rinden al estilo de las tres artistas.
Azealia, nacida hace sólo veintiún años en Harlem, el barrio rapero por excelencia de Nueva York, apenas llega al metro cincuenta y cinco, es pecosa, no tiene prejuicios y no duda en cantar sobre sexo. Se dio a conocer hace sólo un par de años subiendo grabaciones caseras a Youtube y acumulando millones de visitas y no parece que su éxito vaya a ser efímero. Su factura de canciones de rap sobre bases electrónicas sin ninguna censura en las letras ha enamorado a la crítica y los medios especializados.
Como precedente. hace sólo un año, ataviado con un bañador ligero, unos pantalones cortos acharolados, dos bailarinas y acompañada de un Dj, Azealia Banks dio un espectacular concierto en el recinto de El Matadero de Madrid en el Día de la Música. Demostró ser una artista precoz, capaz de recitar a una velocidad endiablada su escaso repertorio. Fue sin duda la estrella del festival.
Sky Ferreira, por su parte, es la nueva Vanessa Paradis. Veinte años. Cantante, compositora, modelo y actriz. La joven lolita de pelo rubio oxigenado y aires provocativos convierte en oro todo lo que toca. Las principales publicaciones del mundo de la moda se rinden a su look y a su manera de vestir y el mundo musical espera con ansias la publicación a mediados de mes de un debut, que viene precedido por tres prometedores EP»s.