«No me hice daño en el trasero pero sí en la cabeza. Tuve a un hombre hasta las 3 de la mañana encima mía con una luz para asegurarnos de que estaba bien», ha explicado a Jonathan Ross.
Sobre el incidente en concreto, ha dicho: «Todo el mundo estaba preocupado pensando que mi capa se caería, así que la ataron realmente fuerte. Así que ahí estoy marchando como una reina, subo a la escalera y el nudo no se deshace».
«Mis adorables bailarines japoneses, ellos básicamente me estrangularon en el escenario. Yo pude estrangularme o caer, y escogí caer», ha sentenciado.