Unos 25.000 tunecinos, según un balance oficial, han participado en la manifestación institucional contra el terrorismo celebrada este domingo en la capital del país, en la que también ha habido representación de dirigentes internacionales.
La marcha, convocada bajo el lema «Túnez contra el terrorismo», ha llenado la avenida 20 de Marzo, donde se encuentra el Mueso del Bardo. Precisamente este museo fue el atacado el pasado 18 marzo por milicianos islamistas en una acción que se saldó con la muerte de 22 personas, incluidos dos turistas españoles.
«Libertad para Túnez, fuera el terrorismo», ese es el lema de la manifestación histórica que se ha celebrado este domingo en la capital del país norteafricano, que ha unido, bajo una misma consigna, a decenas de miles de ciudadanos anónimos y a representantes de todas las instituciones y fuerzas políticas del país, desde el frente de izquierdas a los islamistas moderados.
Todos unidos en una marcha multitudinaria con un destino concreto, el museo El Bardo once días después del atentado terrorista que le ha costado la vida a 22 personas. Como en París tras el ataque a la redacción de Charlie Hebdo, en Túnez se ha vuelto a escenificar, entre un gran despliegue de seguridad, la imagen de mandatarios internacionales en contra del terrorismo.
La manifestación ha coincidido con el anuncio de la muerte del supuesto cerebro del ataque terrorista. Se trata de Loqman Abu Sajer, el emir argelino de la célula yihadista Ibn Naafa, afín a Al Qaeda en El Magreb islámico. Así lo ha confirmado el presidente tunecino. En la operación, desarrollada durante la noche del sábado en el oeste del país, habrían sido abatidos otros ocho integrantes de la red terrorista.
En la manifestación de este domingo han participado turistas que se encontraban de visita en el país y eran palpables las estrictas medidas de seguridad, con policías realizando cacheos a los manifestantes, informan los medios tunecinos.
A nivel internacional, han participado en la manifestación el presidente francés, François Hollande; el primer ministro italiano, Matteo Renzi; el presidente palestino, Mahmud Abbas, el presidente polaco, Bronislaw Komorowski, o el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación español, José Manuel García-Margallo. La comitiva de dignatarios está separada de la marcha popular.
A la marcha han acudido también dirigentes políticos tunecinos como el líder del movimiento islamista moderado Ennahda, Rachid Ghanuchi; el secretario general del Congreso por la República (CPR), Imed Daimi.
Margallo apoya a Túnez
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, acudió hoy en Túnez a la manifestación contra el terrorismo yihadista, en la que homenajeó a los dos españoles muertos en el atentado en el Museo del Bardo y expresó su respaldo a este país en su transición democrática.
García-Margallo desfiló junto a Hollande, Abbas y el resto de autoridades europeas y árabes, fuertemente escoltados y entre cientos de banderas rojas del país norteafricano.
España presentó este viernes en el Consejo de Seguridad de la ONU, del que es miembro no permanente, la propuesta de crear la figura de un enviado especial dependiente del secretario general, Ban Ki Moon, para luchar contra el extremismo y un mecanismo jurisdiccional para enjuiciar delitos contra el terrorismo.
El ministro recordó estas iniciativas que presentó en Nueva York y subrayó que el objetivo de su presencia en Túnez es también apoyar la transición democrática de este país magrebí tras la primavera árabe, el que “estaba haciendo avances más rápidos hacia la democracia y por lo que ha sido golpeado por el terrorismo”.
Un ataque que el jefe de la diplomacia española ve fruto de la “sangrienta competencia entre Al Qaeda y Daesh”, el acrónimo árabe del autoproclamado Estado Islámico (EI), el grupo yihadista que reivindicó el atentado del museo de El Bardo.
García-Margallo afirmó que el terrorismo yihadista, un fenómeno que crece en Oriente Medio y el norte de África y que también amenaza cada vez más a Europa, es la mayor amenaza que el mundo ha visto desde la Segunda Guerra Mundial.
“Se financia en todo el mundo, recluta en todo el mundo y mata en todo el mundo”, dijo el ministro español.
“Ahora ha sido Túnez, pero antes fue París, Bruselas, Canadá, Australia… La comunidad internacional debe reaccionar”, añadió.