Ng Lai Ying, de 30 años, fue detenida junto a otras personas el pasado 1 de marzo durante una protesta contra el mercado negro en la frontera. Aunque el agente supuestamente agredido no sufrió ninguna herida, el juez ha alegado que se ha tomado en serio el caso porque Ng ha dicho ser víctima de tocamientos.
De esta forma, ha terminado condenando a la mujer a tres meses y medio de cárcel, según el periódico »South China Morning Post». Tanto ella como los otros tres acusados han quedado en libertad a la espera de que se resuelvan sus recursos.
«El pecho no es un arma», coreó el domingo un grupo de manifestantes que se reunió para protestar contra la condena. Ante una fuerte presencia policial, y con el sujetador como símbolo de sus quejas, han criticado que las autoridades intenten disuadir a las mujeres de unirse a movimientos sociales.
Ng teme que la sentencia «siente un precedente» según el cual «la Policía no sólo abusará de su fuerza sino que también despojará a las mujeres de sus derechos». «El acoso sexual se convierte en una táctica de represión policial», ha lamentado, en declaraciones a la cadena estadounidense CNN.