Agentes de seguridad «detuvieron a más de 30 manifestantes y les llevaron a una dirección desconocida», ha dicho el político, citado por la cadena de televisión Sky News Arabia.
Las protestas arrancaron en Basora la semana pasada y se han saldado hasta ahora con la muerte de cerca de 15 personas. En algunos casos derivaron en disturbios, como el caso del 7 de septiembre, cuando fueron incendiados el consulado iraní, varios edificios gubernamentales y la sede de una cadena de televisión.
Las manifestaciones se han extendido a otras provincias del país, donde miles de personas han salido a las calles para reclamar mejoras en los servicios básicos y más oportunidades laborales, así como incrementar la lucha contra la corrupción y una mayor transparencia.
A pesar de que el primer ministro, Haider al Abadi, suspendió en agosto al ministro de Electricidad ante los continuos cortes del suministro en el sur del país, los manifestantes han continuado sus movilizaciones ante la parálisis en el proceso de formación del nuevo gobierno.
La sesión parlamentaria del lunes, la primera tras las elecciones de mayo, fue aplazada después de que dos coaliciones aseguraran contar con la mayoría de los escaños y el derecho a formar Gobierno. El Tribunal Supremo Federal tendrá que pronunciarse sobre la situación en 15 días.