Cuando casi se cumple una semana de los atroces sucesos que conmocionaron a Francia y al mundo entero salen a luz informaciones sobre los vínculos entre los hermanos Kouachi, que atentaron contra la sede del semanario Charlie Hebdod, y Coulibaly, que lo hizo contra el supermercado Kosher.
Según recoge The Wall Street Journal, un reclutador de Al Qaeda al que se le relaciona con el atentado fallido a la embajada de EEUU en Francia habría puesto en contacto a los tres terroristas. Se trata de Djamel Beghal, un viejo conocido de los servicios de inteligencia de Francia.
Al parecer, años antes de que perpetraran los atentados contra la revista y el supermercado judío, Chérif Kouachi y Amedy estuvieron jugando al fútbol y practicando trekking con Djamel Beghal, en Francia.
Los magistrados franceses aseguran que su relación no se limitó solamente a la práctica de deportes. Bajo la supervisión de Beghal, trazaron un plan para ayudar a escapar de prisión a otro terrorista argelino acusado de planear un atentado en el metro de París en 1995. Sin embargo, el plan no funcionó y los tres fueron detenidos por las fuerzas de seguridad en 2010.
Según el diario estadounidense, pese a los intentos de las autoridades francesas de evitar el contacto entre yihadistas en las cárceles, los hermanos Kouachi y Beghal mantuvieron varios encuentros durante su estancia en la prisión en 2005. No obstante, los tres compartieron estancia en la cárcel francesa de Fleury-Mérogis en el sur de la capital. El mayor de los hermanos Kouachi fue condenado por intentar viajar a Siria para unirse a la yihad mientras que Coulibaly lo estaba por cometer un robo con intimidación.
Según las primeras pesquisas, la cárcel fue el caldo de cultivo para el extremismo y adoctrinamiento de Kouachi y Coulibaly. En una entrevista con las autoridades en 2010, el propio Coulibaly admitió haber conocido a radicales y violentos durante su estancia entre rejas. Además se refirió a Beghal como un “hombre de ciencia y religión.”
No obstante, el argelino Djamel Beghal, que se encuentra en prisión cumpliendo una condena de diez años por su relación con el complot para fuga de la cárcel, aseguró a través de su abogado que no tiene ningún implicación con el atentado en las calles de París.
Djamel Beghal, el reclutador de yihadistas europeos
Djamel Beghal es un conocido de los servicios de inteligencia occidentales. Su relación con los tres yihadistas se gestó durante su estancia en la cárcel francesa de Fleury-Mérogis, donde estuvieron presos los tres. No obstante, según publica el diario The Guardian, “ha estado en el radar de las agencias de inteligencia durante los últimos 15 años.
De origen franco argelino, Beghal se trasladó a Reino Unido en 1997 donde se convirtió en asiduo de la mezquita londinesa de Finsbury. Allí entró en contacto con Abu Hamza y Abu Qatada, dos conocidos salafistas. El primero de ellos, fue condenado a cadena perpetua por su participación en el secuestro de 16 turistas en 1998 que acabó con la muerte de cuatro de los rehenes. Beghal abandonó Argelia con 22 años. En Francia se caso con Sylvie, una ciudadana francesa con la que viviría en Corbeil-Essones, una pequeña localidad cercana al río Seine.
La primera vez que los servicios de inteligencia siguen su rastro es en 1996 cuando su teléfono aparece en la agenda de un terrorista. Un año más tarde, se traslada a Leicester donde trabaja en un restaurante preparando sándwiches y en un centro de caridad mientras estudia tecnología de la información. Sin embargo, realizará numerosos viajes a Londres, a la mezquita del parque Finsbury.
Según los documentos sobre el caso del clérigo radical Abu Qatada, Benghal abrazó el extremismo bajo la influencia de este predicador con el que se convertirá en miembro de una red de captación y propaganda yihadista.