El número de niños que cruzan solos la frontera ha aumentado más de un 90% este año respecto al año pasado, y está creciendo la proporción de niñas y de menores de 13 años que entran al país sin la compañía de un adulto, dijo Cecilia Muñoz, directora del Consejo de Política Doméstica de la Casa Blanca. Los niños indocumentados llegan a la frontera para tener una vida mejor pero cuando llegan se topan con una pesadilla. Unos centros que no hacen lo que se les supone. Muchos de ellos se meten en vagones, en maletas para intentar alcanzar el sueño americano. Les prometen un plato de comida caliente y una cama pero nada más lejos de la realidad.
Uno de los jóvenes que consiguió llegar a uno de los centros le contó al Houston Chronicle que un empleado le regalaba cosas, como pulseras entretejidas y pilas para su reproductor de música MP3, para premiar su buen comportamiento. El niño hondureño no le dio mucha importancia a todo eso, hasta la noche en que el empleado se metió en su cama cuando apagaron las luces.
El sistema no ha sido capaz de castigar a los responsables a pesar de una ley federal por la cual cualquier contacto sexual con un detenido es un delito que puede recibir hasta 15 años de cárcel, según la investigación. Se desconoce el alcance de los abusos físicos y sexuales en los centros de detención.La Oficina para la Reubicación de Refugiados (ORR), organismo federal responsable del cuidado de los menores, no tiene un sistema que permita seguir pasos a paso el proceso de investigación, desde la denuncia hasta el desenlace.El Departamento de Justicia señaló que cuando a los niños se les permite gestionar sus casos a través de un representante legal permite audiencias de inmigración más “eficaces y eficientes” que cuando un niño se presenta solo ante un juez de inmigración.
Situación límite
La situación de muchos menores inmigrantes es precaria e insalubre. La web conservadora Breitbart mostró celdas repletas de niños y niñas en las instalaciones de la CBP en Río Grande (Texas), recostados en el suelo, sin camas y sin los mínimos requisitos de espacio e higiene.
Don Ray, Director de la oficina de inmigración, denunció que la situación es insostenible. El centro ha tenido que separar las habitaciones con niños enfermos y niños sanos. «Los enfermos se sientan en un lado de la habitación y los sanos en frente. Es lo mejor que podemos hacer», dice Ray.
Henry Cuellar, congresista republicano, tomó una serie de fotografías en este centro de Texas y denunció la situación.
El cónsul honorario de Honduras en Arizona, Tony Banegas, visitó las instalaciones habilitadas para los menores en Nogales. «Es un drama. Están en una bodega, duermen en contenedores de plástico, con una manta térmica como de papel de aluminio. Dicen que esperan tener pronto colchones… y utilizan sanitarios portátiles», explicó el diplomático.
Promesas falsas
La promesa de una reforma migratoria en 2013, el aumento de la violencia y los problemas económicos que golpean Centroamérica serían las principales causas de la migración de menores hacia Estados Unidos.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, determinó la creación de un grupo intergubernamental para atender la creciente afluencia de menores indocumentados a la frontera sudoeste, en lo que denominó una «situación humanitaria urgente».
«La afluencia de niños extranjeros sin acompañantes en toda la frontera sudoeste de Estados Unidos resultó en una situación humanitaria urgente que requiere una respuesta federal unificada y coordinada», expresó el mandatario en una carta a todas las agencias del gobierno.
Casos graves
Un empleado nocturno de un refugio de Brownsville se metió en la cama de un chico hondureño de 17 años y abusó de él una madrugada de julio del 2010, según declaraciones del joven y de la policía de Brownsville. «Soy sincero cuando digo que cometí un error y que estoy dispuesto a ir a la cárcel por él», le dijo el empleado, de 27 años, a la policía. El caso fue declarado inicialmente como «indecencia con un mejor con contacto sexual». «No hubo arrestos porque la víctima tenía 17 años y no era considerada menor en Texas», señaló el detective del caso. Acto seguido se lo caratuló como una infracción menor Clase C, equivalente a una multa por una violación a las leyes del tráfico. El empleado pagó una multa de 350 dólares y no tiene antecedentes policiales.
En agosto del 2011, un investigador comprobó una «relación inapropiada» de una empleada de un refugio de Harlingen con un detenido. La empleada fue despedida. El investigador informó a la policía local que había «recibido información de una relación sexual entre un chico de 17 años y una empleada de 51″. La policía fue al refugio a investigar nueve meses después, después de que un periodista se interesara en el caso. Y determinó que, debido a que el refugio no era una escuela ni una cárcel, y la víctima tenía 17 años -la edad de consentimiento en Texas- no había habido delito.