La oposición siria acusó al régimen de utilizar armas químicas en un bombardeo este miércoles a una zona rebelde cerca de Damasco, provocando una «matanza» con más de 1.300 víctimas. El posible ataque con gases neurotóxicos, que suscitó un enorme impacto internacional, fue rotundamente desmentido por el régimen del presidente Bashar Al Asad. En videos distribuidos por la oposición, cuya autenticidad no pudo ser confirmada, se ve a decenas de personas exánimes yaciendo en el suelo, entre ellos numerosos niños, algunos cubiertos por sábanas blancas. Ninguno presenta heridas aparentes.
En videos colgados en YouTube, un grupo activista, la Comisión General de la Revolución Siria, muestra lo que califica de «terrible matanza perpetrada por las fuerzas del régimen con gases tóxicos». Por su parte, los Comités de Coordinación Local (LCC), una red de militantes, informaron que hubo centenares de víctimas debido al «brutal uso de gases tóxicos por el régimen criminal».
El ataque se produjo en la parte occidental de Ghuta, en los suburbios de Damasco, que era «bombardeada por aviones tras el ataque químico», según LCC.
La agencia estatal Sana describió las acciones del ejército el miércoles en los suburbios de Damasco como «operaciones contra grupos terroristas» en los que murieron «varios de ellos y fueron destruidos sus escondites». Pero el jefe de la oposición siria exigió una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la «matanza» cometida en la región de la capital. «Pido al Consejo de Seguridad de la ONU que celebre una reunión urgente para asumir sus responsabilidades ante esta matanza», dijo Ahmad Jarba a la cadena Al Arabiya.
¿Qué es el gas sarín?
El sarín, una de las armas químicas probablemente utilizadas por el gobierno de Bashar al Assad en Siria según la Casa Blanca, es un poderoso gas neurotóxico descubierto en vísperas de la Segunda Guerra Mundial en Alemania y utilizado en el atentado en el metro de Tokio en 1995. En concreto el sarín fue desarrollado originalmente como pesticida en 1938 en Alemania.
Además de su inhalación, el simple contacto con la piel de este gas organofosforado bloquea la transmisión del influjo nervioso y conduce a la muerte por paro cardiorespiratorio. La dosis letal para un adulto es de medio miligramo. Es inodoro e invisible por lo que en ocasiones, es posible que las personas no se den cuenta de que han estado expuestas al sarín.
Violentos dolores de cabeza y la dilatación de las pupilas son los primeros efectos de este gas. Convulsiones y paros respiratorios preceden luego al coma y a la muerte.
La magnitud del envenenamiento causado por el sarín depende de la cantidad de sarín al que estuvo expuesto la persona, la forma de exposición y la duración de la misma.
El sarín puede ser utilizado en aerosol, pero también puede servir para envenenar el agua y los alimentos, según el Center for Disease and Control Prevention (CDC) de la ciudad de Atlanta.
Vestimentas que hayan estado en contacto con vapores de sarín continuos pueden contaminar a otras personas hasta media hora después de la exposición, señala el CDC, según el cual existen antídotos.
La fabricación de sarín es un proceso complejo que requiere conocimientos avanzados en química. Pero fue casualmente, mientras trabajaban sobre nuevos pesticidas, que químicos alemanes de la firma IG Farben lo descubrieron en 1938.
La denominación de este gas proviene de los nombres de esos científicos: Schrader, Ambros, Rüdiger et Van der Linde.