Son mujeres jóvenes, educadas y de clase media brasileña. Se reúnen en los centros comerciales de Sao Paulo, pero en lugar de usar su nómina para hacer las compras, »seducen» a sus víctimas, las llevan hasta el garaje a punta de pistola y las someten a un »secuestro exprés». Posteriormente roban sus tarjetas de crédito y se iban de compras.
Modus operandi de la banda
»La banda de las rubias» (que así se llama por el color de pelo de la mayoría de las integrantes) trae de cabeza a la Policía brasileña. Son mujeres guapas, bien vestidas, maquilladas y de modales impecables. El arma principal de la organización es la seducción y su modus operandi el secuestro exprés. «Una o dos hablan más de un idioma, tienen cultura básica, algunas fueron al exterior a hacer cursos», dice Alves, jefe de la división antisecuestros de la policía civil de Sao Paulo, a BBC Mundo.
Sus víctimas son mujeres solas, ricas y parecidas a ellas físicamente en los centros comerciales. Las siguen durante un rato y cuando va a coger su coche en el garaje las secuestran a punta de pistola. Mientras algunas integrantes de la banda se llevan a la víctima a dar vueltas en coche por la ciudad y le roban todos sus objetos de valor, otras se quedan en el centro comercial y usan sus tarjetas (confundiendo a los empleados por el parecido físico y sus buenos modales) para comprar a su antojo. Sus objetos preferidos son artículos electrónicos y ropa de marca.
La policía detiene a algunas integrantes
Esta semana la Policía detuvo como sospechosos de pertenecer al grupo una mujer (la única morena) y un hombre, que se cree que conducía los coches durante los secuestros. Estas detenciones se une a la de otra mujer rubia que ya había sido capturada por la policía, aunque se cree que el grupo es mucho mayor. Los efectivos policiales brasileños creen que han empezado a descabezar la banda, pero con la difusión del caso en los medios de comunicación, las víctimas siguen creciendo.
Las fuentes policiales apuntan a que la cantidad de dinero que han llegado a gastar durante estos meses es también muy elevado: en sólo un secuestro se gastaron el equivalente a US$ 9 mil con la tarjeta de crédito de una víctima. Robos y seducción van de la mano con »La banda de las rubias» brasileñas.