Los supermercados cataríes han sufrido un auténtico asalto de clientes en las últimas horas. Ciudadanos atemorizados por el aislamiento por tierra, mar y aire lanzado por Arabia Saudí, han acudido a hacer acopio de alimentos, en el que es uno de los países más ricos del mundo. El choque geopolítico puede estrangular su economía, pone en peligro la celebración del mundial de fútbol de 2022 y desestabiliza la región.
“Lo que está pasando es muy peligroso”, opina para Te Interesa Lurdes Vidal, del Instituto Europeo del Mediterráneo. “En realidad, Riad [capital de Arabia Saudí] hace pagar a Catar por mantener lazos con Irán (comparten la explotación de un yacimiento de gas) y por sostener la cadena de televisión Al Jazeera, muy hostil al dominio saudí, y que ha dado apoyo y voz a los Hermanos Musulmanes, que se oponen a los regímenes de Egipto y la propia Arabia Saudí”.
«Que Arabia Saudí diga que Catar apoya el terrorismo, cuando acoge una base estadounidense desde la que se lanzan los ataques de la coalición que opera en Siria e Irak, es una broma: Estados Unidos no instala bases en países terroristas», dice Ignacio Cembrero, experto en temas árabes y autor de La España de Alá. «Arabia Saudí es el país menos indicado para hacerlo: no digo que la familia real apoye el terrorismo, pero sí magnates »piadosos» y fundaciones que mandan dinero al mal llamado Estado Islámico».
Golpe por sorpresa
Los gobiernos de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Bahréin y Egipto anunciaron este lunes que cortan sus relaciones diplomáticas con Qatar, acusando a Doha de “apoyar el terrorismo”.
Catar es un pequeño Estado cuya única frontera terrestre es con Arabia Saudí. Riad ha ordenado el cierre de todos sus puertos, aeropuertos y puestos fronterizos para evitar la entrada de qataríes al país. También ha clausurado su espacio aéreo a los vuelos cataríes. EAU, Bahréin y Egipto han hecho lo mismo.
Es un “sitio” en toda regla del país del golfo y un duro golpe a su economía. La bolsa de Doha ha caído un 8%. El precio del petróleo ha subido, por temor a una caída en la producción en la zona por las tensiones políticas.
Lucha geopolítica tras la visita de Trump
Donald Trump visitó Arabia Saudí hace una semanas. Se firmaron contratos de armamento por casi 100.000 millones de dólares. ¿Ha habido relación entre la visita y este movimiento? “Trump está obsesionado con Irán, y en ese envalentona a Arabia Saudí, enemigo de Teherán; por eso Riad se han atrevido a hacer este golpe de fuerza”.
Oriente Próximo es una zona de alta tensión en la que se enfrentan dos grandes países por el control de la región. De un lado, Irán, la teocracia de mayoría religiosa chií; del otro, Arabia Saudí, una de las peores dictaduras del planeta (en el puesto 159 de 167 países analizados por el World Democracy Index), suní wahabista.
Ambas luchan guerras ‘proxy’ en la región por obtener la supremacía. Es en ese contexto en el que se enmarca este movimiento, y no en el de la lucha contra el terrorismo. “Es verdad que Qatar ha tenido papel complejo en relación con el terrorismo. Por ejemplo, pagó el rescate de unos rehenes cataríes retenidos por unas milicias, parte de las cuales tenían vínculos con Al Qaeda”, afirma Vidal. “Pero es bastante cínico que Arabia Saudí acuse a otro de que fomente el terrorismo, porque sabemos que ellos han contribuido a propagar una visión del Islam enormemente extremista, el wahabismo, con mucho en común a la ideología terrorista, y es un régimen que no tolera la más mínima disidencia”.
El papel de Egipto
Egipto asegura que ha apoyado el movimiento porque “la política de Qatar amenaza la seguridad nacional árabe”, ya que Catar, dicen, apoyan a varias organizaciones terroristas, entre ellas la organización islamista Hermanos Musulmanes, ilegalizada en el país después del golpe de Estado militar de 2013 contra el entonces presidente electo, Mohamed Mursi.
El deterioro de las tensiones
Las tensiones entre Qatar y varios países del Golfo habían aumentado recientemente, a raíz de que la agencia estatal qatarí, QNA, publicara la semana pasada unas declaraciones del emir en las que criticaba la postura de los países del Golfo contra Irán y hablaba de “tensiones” con Estados Unidos.
Inmediatamente después, QNA denunció haber sufrido un ataque informático y negó la veracidad de la nota publicada, pese a lo cual medios de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU) continuaron informando acerca de las presuntas declaraciones de Hamad bin Jalifa al Zani.
Este hecho provocó las críticas de Doha, lo que llevó a varios países –Arabia Saudí, EAU, Egipto y Bahréin– a bloquear el acceso a diversos medios qataríes, entre ellos la cadena de televisión Al Jazeera.
Hoy Riad ha cerrado la sede de la televisión catarí.