Dos de los fallecidos murieron cuando estaban recibiendo atención médica. También se tiene constancia de varios heridos, pero todavía no se ha dado a conocer su cifra exacta.
Se trataba de la séptima explosión del día en Sri Lanka, que ocurrió después de la cadena de seis atentados contra tres iglesias y tres hoteles que arrojaron un balance de 185 muertos y 499 heridos.
Posteriormente se ha tenido constancia de una octava explosión, en el distrito de Dematagoda, en el este de la ciudad, sin que por el momento se tenga información sobre víctimas.
La Policía está realizando una búsqueda en los alrededores de la zona de la detonación tras recibir informaciones de que podría haber más explosivos en el lugar.