Los directores escolares que no imponen disciplina en sus colegios y «desdibujan las líneas entre la amabilidad y la familiaridad» con alumnos con mal comportamiento están tolerando actitudes que interrumpen las lecciones y roban tiempo valioso de enseñanza, ha advertido Ofsted, observador educativo de Reino Unido.
Según Sir Michael Wilshaw, director de la institución, se pierde hasta una hora al día de enseñanza por estos alumnos mal comportados. Un informe daba este dato, que fue recibido con malestar por los sindicatos de enseñanza, que acusaron al informe de querer instigar miedo. El secretario general del sindicato de profesores, Chris Keates, criticó duramente estas declaraciones y el informe «el inspector jefe está, como es habitual, diciendo tonterías cuando sugiere que los profesores aceptan esto y que están fallando a la hora de hacerle frente».
«Veo demasiados colegios en los que los directores están desdibujando las líneas entre la amabilidad y la familiaridad, y pierden el respeto por el camino. Al fin y al cabo, cada hora pasada con un alumno que molesta y quiere atención es una hora que aleja al resto de alumnos que quiere una educación decente«, aseguró Wilshaw». «Tenemos que hacer frente a la aceptación casual de este comportamiento, que persiste en demasiados colegios. Los profesores tienen que tener el apoyo de sus jefes para hacer frente a este problema», explicó el inspector jefe de los colegios desde 2012.
En el informe publicado, as asegura que «demasiados jefes de colegios, especialmente de educación secundaria, subestima el impacto negativo de un mal comportamiento de baja intensidad«, explica, «muchos profesores han aceptado este comportamiento de bajo nivel como parte del día a día de la clase».