La imagen más memorable de la Cámara de Representantes durante el discurso de Netanyahu ha sido la de Nancy Pelosi, líder demócrata de la Cámara, tan incrédula como furiosa a lo largo del discurso. Cuando el resto aplaudía y se levantaba ella hacía lo mismo pero hablaba. Con mal gesto. Enfadada. Netanyahu estaba haciendo tabla rasa de la política de EEUU con Irán. Sin ningún pudor… y en su propia casa. Sin la presencia ni la invitación del presidente Obama.
Cada uno de los 44 aplausos recibidos fueron como puñales para Pelosi. Después del discurso, del que salió despavorida justo cuando Netanyahu dijo adiós, la señora Pelosi mostró su desaprobación en un comunicado.
Como alguien que valora los EE.UU. – que guarda relación con Israel, y ama a Israel, he estado a punto de llorar durante el discurso del primer ministro – entristecida por el insulto que supone a la inteligencia de los Estados Unidos como parte de los P5 +1 naciones, y entristecida por la condescendencia hacia nuestro conocimiento de la amenaza planteada por Irán y nuestro compromiso para la prevención de la proliferación nuclear «.
Netanyahu reconoció en sus misno discurso que este iba a levantar mucha controversia. Me disgustaría que alguien pensara que estoy aquí como político. Netanyuahu intentó señalar que Obama había sido un gran apoyo para Israel y que pese a todo, Israel siempre contaría con el apoyo de EEUU.
Kerry, mientras, muy lejos, en Suiza… «estamos trabajando»
Justo cuando Netanyahu estaba hablando en el Congreso, Kerry estaba intentando ultimar los detalles de ese mal, mal acuerdo, como le ha calificado Netanyahu. Kerry se encontraba en Suiza hablando con el ministro de exteriores iraní. «Estamos trabajando de forma productiva», ahn sido las únicas palabras que han salido de la boca de Kerry.
50 Congresistas demócratas muestran su repulsa al uso político de Netanyahu del discurso
Unos cincuenta senadores del Partido demócrata decidieron no participar de la reunión plenaria, en protesta por la iniciativa republicana de invitar a Netanyahu a dirigirse al Congreso, sin consultar con la Casa Blanca o con el Departamento de Estado. «Es desafortunado que las acciones de Boehner en vísperas de las elecciones en Israel han convertido el acto en algo más político y menos útil para encarar el tema crítico de la no proliferación nuclear y la seguridad de nuestro aliado más importante en Oriente Próximo», afirmó Warren, una de las estrellas en alza entre los demócratas. Susan Rice, asesora de seguridad de presidencia, ha considerado que la invitación, la forma en la que se ha producido (sin invitación del presidente) es destructiva para las relaciones de ambos países.