El número de personas que viven en condiciones de pobreza extrema en el mundo se redujo drásticamente pese a la crisis económica global. Un dato más que positivo si atendemos a las 138.000 personas que salen de la pobreza extrema cada día, unas 50 millones al año.
Según un informe del Banco Mundial (BM), para el 2030 se habrá acabado con la pobreza extrema, aunque el proceso puede verse complicado a partir de 2020. El informe, titulado «Pobreza y Prosperidad Compartida» y que analiza datos hasta 2013, indica que en ese año 800 millones de personas subsistieron con menos de 1,90 dólares al día, 100 millones menos que en 2012.
Los más necesitados del planeta representan el 9,6% de la población mundial, una proporción que desciende por primera vez del 10%, pero para seguir la progresión el BM recomienda invertir en desarrollo de la infancia, cobertura sanitaria, educación, programas de microfinanzas y de mejora de las infraestructuras rurales. “Que la proporción de individuos en extrema pobreza caiga a un dígito debe animarnos a impulsar el proceso”, señaló el presidente del BM, Jim Yong Kim.
Los avances en la disminución de la pobreza extrema se registraron primordialmente en Asia Oriental y el Pacífico, en particular en China, Indonesia e India. África subsahariana, donde reside la mitad (50,7%) de aquellos que viven en condiciones de pobreza extrema, sigue siendo la región más afectada, seguida de Asia meridional (33,4%), con un tercio de todos los habitantes del planeta en condiciones de pobreza extrema.
El estudio destaca los ejemplos de reducción de la pobreza en Brasil, Perú, Mali, Camboya y Tanzania. Y, con la salvedad de Honduras, la situación en Latinoamérica mejoró, del modo similar a como lo hizo en el África Subsahariana o Asia.
«Es extraordinario que los países hayan seguido reduciendo la pobreza e impulsando la prosperidad compartida en una época en la que el desempeño de la economía mundial es deficiente», explicó en una declaración Jim Yong Kim. No obstante, el informe pide no caer «en un exceso de confianza».
Entre los objetivos figura lograr que en 2030 todo el mundo tenga acceso a suficientes alimentos y se haya acabado con la malnutrición o que todos los niños completen estudios primarios y secundarios. También hay metas ambiciosas para reducir la mortalidad materna e infantil, acabar con la epidemia del sida y facilitar a todo el mundo el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva.
En 1900, el mundo tenía algo menos de 2 mil millones de habitantes de los cuales un 85% vivía en la pobreza más extrema. Hoy, tenemos en el planeta más de 7 mil millones de personas y “solo” 800 millones de personas viven en la pobreza extrema. En menos de 15 años, si continuamos con tan positiva progresión, viviremos la extinción de este tipo de pobreza.