Decenas de miles de nepalíes asustados y sin alojamiento esperaban en las tiendas de campaña el lunes la ayuda de los socorristas llegados de todo el mundo tras el violento sismo que dejó más de 3.400 muertos por todo el país.
Dotados de equipajes especiales y acompañados de perros detectores, los equipos humanitarios internacionales desembarcaban con regularidad en el aeropuerto de Katmandú, en las afueras de la capital nepalí, que el sábado quedó arrasada por un potente terremoto.
El sismo de magnitud 7,8 ocurrido el sábado dejó 3.500 muertos y más de 6.500 heridos en Nepal, el terremoto más mortífero de los últimos 80 años, según el último balance publicado por el servicio de gestión de catástrofes del ministerio nepalí de Interior.
Según el fondo de Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, casi un millón de niños necesitan ayuda urgente.
«Al menos 940.000 niños que viven en zonas muy afectadas por el sismo en Nepal tienen una necesidad urgente de ayuda humanitaria», avisó el lunes la agencia mediante un comunicado.
En declaraciones a Europa Press desde Katmandú, la coordinadora del programa de protección de la infancia de UNICEF Nepal, Virginia Pérez, ha explicado que ya antes del seísmo había problemas de «explotación infantil, tráfico de niños y violencia de género», por lo que en la agencia de la ONU temen que «vaya a peor». También existe un problema de malnutrición entre los niños nepalíes que «seguramente irá a peor y aumentarán los casos» tras lo ocurrido.
Según ha explicado Pérez, alrededor del 40 o el 50 por ciento de la población afectada por el terremoto son menores de 18 años. En estos momentos, ha añadido, es difícil realizar aún una valoración precisa de las necesidades a cubrir pero ha dejado claro que lo más prioritario es ofrecer cobijo, agua y saneamiento, así como alimentos y medicinas.
La responsable de UNICEF ha indicado que, en contra de lo que se piensa, «Katmandú no está tan afectado» sino que los daños se han producido principalmente en el valle de Katmandú y en especial en algunas localidades situadas en la falda de la montaña donde el acceso es más complicado.
India y China también notaron el seísmo
En India, las autoridades informaron de que 67 de sus nacionales habían muerto. En China, al menos 20 personas perdieron la vida.
El temblor también desató un alud en el Everest, donde se confirmaron dieciocho muertes. Allí se encontraban al menos 800 personas, incluidos muchos extranjeros, según las estimaciones de responsables locales.
Además, el domingo se sucedieron réplicas del sismo que provocaron nuevos aludes en el Everest mientras los helicópteros evacuaban a los heridos de gravedad.
La ONU prepara el envío de una avión con alimetos
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU se preparaba el lunes para lanzar una operación «masiva» en Nepal y esperaba enviar cuanto antes un primer avión cargado de ayuda alimentaria.
«Será una operación importante, masiva», declaró a la AFP una portavoz del PMA, Elisabeth Byrs, en Ginebra. Los nepalíes necesitan sobre todo abrigo, medicamentos y víveres, dijo.
«Estamos movilizando todas nuestras reservas de alimentos en la región», añadió.
Un primer avión cargado de alimentos que no necesitan ser cocinados está siendo preparado en Dubái y llegará «quizás mañana» martes, según Byrs. Los víveres serán entregados a los damnificados por carretera o por aire.
Según la portavoz, el sismo de magnitud 7,8 que devastó Nepal el sábado y dejó más de 3.400 muertos, se registró en una «zona agrícola donde viven entre dos y tres millones de personas».
«Se acababan de llevar a cabo las cosechas», dijo la portavoz del PMA, presente en Nepal desde 1964.
Los extranjeros, desesperados por salir de Nepal
Michael Mackey, que pasó la noche en un abarrotado autobús junto a su familia en el aeropuerto, es uno de los miles de turistas que estaban de vacaciones en Nepal y que ahora están desesperados por abandonar el país, arrasado por un terremoto.
El neozelandés, su mujer y sus tres hijos estaban el sábado en un café de la capital, Katmandú, cuando se produjo el sismo de magnitud 7,8 que ya ha dejado más de 3.200 fallecidos.
«Los edificios de alrededor quedaron muy dañados. Después de eso no nos detuvimos y caminamos hasta el aeropuerto», dijo Mackey. «Todavía estamos tratando de conseguir a través de nuestro agente de viajes cualquier vuelo y dejar Nepal», explica.
Con sus impresionantes montañas y su rica historia cultural, Nepal es un destino muy atractivo para los turistas extranjeros que llegan cada año, casi 800.000 en 2013.
Muchos de ellos llegan con la intención de escalar el Everest y otros picos vecinos. Otros vienen para practicar deportes de aventura en la ciudad de Pokhara, el punto de partida de las populares rutas de senderismo en la cordillera del Annapurna.