Cinco de los milicianos murieron en un ataque sobre uno de los edificios situados en la parte sureste de la base, mientras que otros once fallecieron en bombardeos de aparatos de las Fuerzas Aéreas. Los demás fallecieron durante la retirada de las fuerzas gubernamentales del edificio atacado.
Entre los muertos hay un miliciano marroquí, informa el Observatorio, que cita «fuentes fiables». Además, entre las fuerzas gubernamentales habría ocho muertos o heridos y se ha confirmado la muerte de un general de brigada que estaba al mando de la base. Durante los combates, los yihadistas se han hecho con cohetes anticarro, dispositivos de visión nocturna y munición.
La base de Deir al Zor es empleada para la llegada de cargamentos de material bélico iraní destinado al régimen. Los aviones aterrizan de noche por miedo a posibles ataques desde tierra de los milicianos del Estado Islámico.