El presidente del Consejo y presidente de las cumbres del euro, Donald Tusk, ha invitado a hablar en primer lugar ante sus socios para explicar las consecuencias del ‘no’ en el referéndum del pasado domingo y para que «explique sus intenciones», han informado fuentes europeas.
Los líderes son conscientes de la urgencia de la situación y por ello el hecho de que no haya sobre la mesa aún una petición formal para el tercer rescate y una propuesta con medidas «concretas y creíbles» no es un obstáculo para la discusión, según las fuentes, aunque sí hubiera servido para «acelerar» el proceso. «El dinero y el tiempo se agotan», añaden.
Así las cosas, los mandatarios de los países del euro discuten cuáles deben ser las «directrices políticas» en la negociación, es decir, el «cómo y quizá los tiempos» del rescate si se da el paso.
En cualquier caso, las fuentes avisan de que los líderes no abordarán las cuestiones técnicas y discutirán la condicionalidad del programa, ya que son cuestiones que competen al Eurogrupo y a las instituciones definir.
El objetivo es mostrar la «voluntad política» de ayudar a Grecia a regresar a la senda de la recuperación y de que Atenas está dispuesta a cumplir las reformas que ello implica. Sería una señal que la eurozona espera que interprete positivamente, por ejemplo, el Banco Central Europeo (BCE) y no cancele la línea de liquidez de emergencia a los bancos griegos.