La reina ya había expresado su «sincero deseo» de que su primogénito le sucedería «algún día» en esta responsabilidad simbólica, uno de los legados de la etapa colonial de Reino Unido. Fuentes consultadas por la BBC han asegurado que el traspaso se ha formalizado este viernes en Windsor, donde se ha celebrado el encuentro.
El debate se ha desarrollado a puerta cerrada, pero tanto la primera ministra británica, Theresa May, como su homólógo canadiense, Justin Trudeau, ya habían respaldado al príncipe Carlos como jefe de la Commonwealth.
En contra de lo que ocurre con la corona británica, este puesto no es hereditario e incluso se había planteado la posibilidad de que rotase entre los 53 países, con la intención de abrir el abanico de responsabilidades en un bloque donde viven 2.400 millones de personas.