Los investigadores el accidente de A320 de Germanwings encontraron en la tarde del sábado a los restos del cadáver Andreas Lubitz, el copiloto que presúntamente estrelló el avión contra la montaña con 149 pasajeros. Según publica el diario Bild los restos encontrados han podido ser identificados gracias a los análisis de ADN con las muestras obtenidas de sus familiares. El hecho de haber identificado a Lubitz puede siginificar un gran paso en la investigación ya que los expertos podrán saber si el copiloto había consumido alguna sustancia antes de volar o se estaba medicando.
Además, las últimas informaciones indican que buscó tratamiento médico por problemas de vista, que podían haber puesto en peligro su capacidad para seguir trabajando como piloto. Así lo han confirmado dos funcionarios relacionados con la investigación de la tragedia a reporteros de The New York Times. La revelación de un posible problema en sus ojos añade un nuevo elemento al retrato que emerge del piloto alemán de 28 años, del que las autoridades dicen que también estaba en tratamiento por problemas psicológicos, algo que había ocultado a la aerolínea.
No está clara la gravedad de su problema de visión ni cómo podría haber estado relacionados con su estado psicológico. En cualquier caso, una fuente con conocimiento de la investigación dijo a NYT que las autoridades no habían descartado la posibilidad de que el problema de vista de Lubitz pudiese tener un origen psicosomático.
Estas dificultades para ver bien podrían haber puesto en peligro su carrera como piloto, y se añaden al trastorno depresivo que al parecer también sufría y que había ocultado a la aerolínea.
Según el diario estadounidense, no se sabe si los problemas de visión que supuestamente padecía eran lo suficientemente graves como para haberlo apartado de su profesión. También se investiga si podrían estar relacionados con su estado psicológico. Una fuente de la investigación no descarta la posibilidad de que pudieran tener un origen psicosomático.
Parece ser que al igual que ocultó su trastorno depresivo, Lubitz tampoco informó a la compañía de sus problemas de visión. El hospital de la Universidad de Düsseldorf aseguró el viernes que el copiloto había sido evaluado en este centro hospitalitario el pasado mes de febrero, pero no dio más detalles por una cuestión de confidencialidad.
Trastorno psicosomático
Por otra parte, agentes de la policía hallaron en el registro del apartamento en la ciudad alemana de Düsseldorf del copiloto del vuelo siniestrado de Germanwings numerosos medicamentos para tratar un grave trastorno «psicosomático», publica el diario »Die Welt» en su edición digital.
«El hombre, de 27 años, estaba siendo tratado por varios neurólogos y psiquiatras», asegura un miembro de la investigación en declaraciones al rotativo, al tiempo que agrega que no se hallaron ni drogas ni nada que haga indicar una dependencia a los narcóticos o al alcohol.
El copiloto, Andreas Lubitz, sufría un «síndrome subjetivo de sobrecarga» -lo que se conoce como «burnout» o estar «quemado» por estrés laboral- y tenía una fuerte depresión, señala, y agrega que «esto se desprende de notas personales del piloto, que guardó y archivó».
En tanto continúa la evaluación del ordenador y los documentos confiscados por los agentes del apartamento que tenía el copiloto en Düsseldorf y de la vivienda de sus padres en la localidad de Montabaur.
Prosiguen además los interrogatorios a médicos, amigos, colegas y conocidos del copiloto. También la novia de Andreas Lubitz ha tenido que responder a las preguntas de la instrucción.