El organismo ha señalado que en estos 336 ataques se emplearon agentes químicos como el gas cloro o el gas sarín y que en el 98 por ciento de los casos fue el Gobierno de Bashar al Assad el responsable de su uso.
El equipo de expertos ha analizado los ataques a raíz de fuentes corroboradas o exámenes médicos de las víctimas. Asimismo, ha señalado que otros 162 ataques no han podido ser verificados durante la investigación.
En este sentido, ha resaltado que la mayoría de los ataques estuvieron relacionados con el inicio de una ofensiva militar por parte del Ejército.
A principios de año, Naciones Unidas cifró en 34 el número de ataques demostrados en el marco del conflicto y acusó a las fuerzas de Al Assad de estar detrás de la mayoría de ellos.