Estados Unidos ha experimenta un gran crecimiento de la integración racial en la última década por el traslado de ciudadanos negros hacia los barrios residenciales periféricos de las ciudades, según publica hoy el dairio estadounidense »USA Today»
La segregación racial de blancos y negros ha caído en picado de 2000 a 2010 en el área metropolitana de Kansas City, después de no parar de subir durante las tres décadas previas, según un análisis del censo realizado por del sociólogo de la Universidad de Brown, John Logan.
En esta ciudad, el abandono de guetos del centro de la ciudad ha fomentado el traslado de las familias de raza negra hacia zonas residenciales de los suburbios de la ciudad, fomentando una mayor integración de la población estadounidense, una de las más multiétnicas del mundo.
La instalación primero de otras minorías, como los asiáticos o los hispanos, ha animado a los afroamericanos a trasladarse a estos barrios. El sociólogo señala que los estadounidenses negros deciden formar parte de estos barrios, después de que estas otras minorías hayan roto las barreras raciales. La causa de esto podría ser porque los asiáticos e hispanos son aceptados más fácilmente o porque los blancos que habitan en estas zonas están más abiertos a la diversidad, según explica Logan.
Joann Boyd, una profesora jubilada de 61 años, fue una de las primeras afroamericanas en trasladarse al barrio periférico de dúplex de Overland Park.
Boyd se alegra del crecimiento de la diversidad racial y de la prosperidad de su barrio. “En los 70, cuando llegué aquí, yo era prácticamente la única (afroamericana). No me sentía tan cómoda. Ahora ya sí me siento como en casa, pues hay más gente como yo”, comenta Boyd.