Más del 70% de la población de Gaza, 1,2 millones de personas son refugiados desde hace ya tres generaciones, producto de los desplazamientos de cerca de 700.000 palestinos tras el inicio de la primera guerra árabe-israelí en 1948, nada más proclamarse el estado de Israel.
De los 1,2 millones de refugiados que hay en Gaza, UNRWA ha catalogado a 800.000 por debajo de la línea de la pobreza, aproximadamente dos tercios de la población.
En 2012 el PIB per cápita de la Franja de Gaza fue sólo del 81% del PIB de 1994.
La tasa de desempleo en Gaza está en torno al 40%, llega al 48,3% en el caso de mujeres. En cuanto a los jóvenes, la tasa de desempleo es del 57,2% y se eleva al 87,7% en el caso de mujeres jóvenes. Además, entre los ocupados abunda el subempleo.
El número de pobres entre los trabajadores ocupados en la Franja de Gaza aumentó del 20% en 2011 al 80% a finales de 2012 y llegó al 84% entre los trabajadores no cualificados.
Con 1,8 millones de habitantes en 356 kilómetros cuadrados de superficie, la Franja de Gaza sería la quinta región más densamente poblada del mundo, sólo por detrás de Macao, Mónaco, Singapur y Hong Kong.
El 90% del acuífero de la Franja de Gaza está contaminado por lo que 1,8 millones de personas deben abastecerse con el 10% del agua en una región ya de por sí seca.
El tránsito de personas por el paso de Rafah se reducido considerablemente a lo largo de 2013 y si en los primeros seis meses del año pasado cruzaron unas 40.000 personas al mes, en el segundo semestre del año este se ha reducido a 9.500, según información de la BBC.
El sector de la construcción, uno de los más pujantes en la franja, ha perdido al 10% de su fuerza de trabajo, 24.000 familias han perdido su medio de vida al cesar su actividad en los túneles y cerca de 50.000 funcionarios públicos no reciben sus salarios puntualmente.
El fin de la actividad en los túneles se estima, según el Ministerio de Economía del territorio palestino, en una pérdida de 340 millones de euros para la economía de Gaza.
El 80% de la población gazatí vive de las ayudas humanitarias que gestiona UNRWA y otras agencias similares.
Debido a la escasez de infraestructuras más del 80% de los colegios, tanto los públicos como los gestionados por la ONU trabajan a doble turno para poder atender a todos los niños, que ven además cómo sus horas lectivas disminuyen y las clases se abarrotan.
Un informe de Unicef publicado en 2012 decretó que entre los menores gazatíes: el 91% sufre alteraciones de sueño, el 85% siente cambios de apetito, el 84% se siente aturdido o mareado y el 76% padece dolores o se siente enfermo.
La tasa de alfabetismo de la Franja de Gaza supera el 95%, lo que da una población comparativamente bien educada pese a sus carencias.
El 49% de las casas de los refugiados – más del 70% de la población – está en condiciones estructurales deficientes, son inseguras, aíslan mal el frío y muchas filtran el agua.
El desabastecimiento de los hospitales es otra de las preocupaciones de la Franja de Gaza, sobre todo porque el desvío de pacientes a Egipto se ha reducido de más de 4.000 a 300 pacientes al año, pasando del 20% al 1,5% de los enfermos.
El 60% de la población de Gaza padece inseguridad alimentaria, estos es, está en serio riesgo de no poder acceder a la comida ante la total falta de recursos, un porcentaje que ha crecido 15 puntos desde 2012.
La agricultura y la pesca han descendido la producción de alimentos propios en unas 75.000 toneladas al año debido a las restricciones de las seis millas náuticas y a que la zona fronteriza restringida coincide con el 35% de la zona cultivable, que es además la más fértil.
Según los últimos datos, desde el inicio del conflicto el pasado 8 de julio se han producido 227 muertes en la Franja de gaza, de las cuales al menos 31 son mujeres y 47, niños. En el mismo período se han producido 1.690 heridos de diversa consideración.
Además, hay 22.000 personas desplazadas, más de 1.300 edificios destrozados y más de 60 instalaciones de UNRWA dañados durante los bombardeos.
El 69% de las familias de Gaza han sido desplazadas de sus hogares en más de una ocasión desde 2009.