Tal día como hoy, hace dos años, se forma en la costa del Pacífico de México un ciclón tropical de categoría cinco, el llamado huracán Patricia. El fenómeno climatológico se recuerda como uno de los huracanes más fuerte de toda la Historia. Fue ese día de su creación, en el año 2015, cuando se alcanzó el pico de intensidad más fuerte.
Desde su creación, se fue fortaleciendo lentamente, comenzó a profundizar poco a poco a partir del 22 de octubre y horas más tarde la tormenta se intensificó hasta convertirse en el decimoquinto huracán de la temporada.
En un principio se consideró como el «más peligroso» de los huracanes registrados en México; posteriormente fue catalogado como «el más peligroso del mundo» en la historia. Por ello se preparó al país para hacer frente a las consecuencias «potencialmente catastróficos».
El huracán se debilitó considerablemente antes de tocar tierra en una región poco poblada en el suroeste de México, como un huracán de categoría 4 de la escala. Los vientos que se registraron fueron de 240 km/h y la presión mínima fue 932 mb. Una vez después de tocar tierra en la costa de México el huracán fue perdiendo rápidamente fuerza, convirtiéndose en baja tropical.
Las consecuencias esenciales se marcaron en América Central y en el propio México. Las lluvias torrenciales asociadas al precursor del Patricia causaron inundaciones extensas y deslizamientos de tierra por toda la región centroamericana. Más de 400 casas y cultivos de 28.000 hectáreas de cultivo se dañaron. En total, 223 000 personas se vieron afectadas por las inundaciones. Las autoridades gubernamentales desplegaron equipos de emergencias y pusieron a disposición más de cinco millones de dólares para las operaciones de rescate.