Xue murió mientras la Policía intentaba poner fin a una disputa que existía desde hace tiempo por la expropiación de unos terrenos en la localidad de Wukan. Desde entonces, la población local ha llevado a cabo nuevas manifestaciones.
En una entrevista publicada este semana por »iSun Affairs», una revista »online» de Hong Kong, Xue Jianwan, hija mayor del fallecido, ha afirmado que el cadáver de su padre tiene cardenales y señales de haber sufrido un maltrato físico.
Además, ha denunciado que en un principio las autoridades no informaron a la familia de adónde se habían llevado a su padre. «Mi padre nunca había tenido ningún problema de corazón. Si realmente estaba mal, deberían haber informado a su familia inmediatamente para que pudiésemos verle, pero no lo hicieron», ha añadido.
«Decían que si nuestro pueblo seguía reclamando las tierras, seguramente no nos permitirían verle y tampoco le liberarían», ha señalado.
CARDENALES Y HERIDAS
Xue Jianwan ha contado que tres individuos que no llevaban una orden de arresto se abalanzaron sobre su padre, le ataron las manos y se lo llevaron.
«Mi madre estuvo preguntando cómo estaba mi padre, si estaba bien de salud, dónde se encontraba y si podíamos ir a verle, pero no nos contestaban», ha recordado. Finalmente, les entregaron un documento que decía que Xue Jinbo había fallecido después de lo ingresasen de urgencia a un hospital, y después mostraron el cadáver.
El Gobierno ha explicado que Jinbo enfermó el pasado domingo, tres días después de que lo detuviesen por considerar que había ayudado a organizar las protestas.
«Tenía cardenales por todo el cuerpo, las manos estaban hinchadas y tenía hematomas en las muñecas. Tenía heridas y parecía que habían echado sus pulgares hacia atrás y se los habían roto. En la espalda tenía muchas marcas que hacen pensar que lo golpearon o le dieron patadas», ha detallado su hija.
SU PUEBLO LE RECUERDA
Los habitantes de Wukan han indicado que todo el pueblo ha salido este viernes a la calle para llorar su muerte. Un vecino ha precisado que eran unos 7.000.
«Todo el mundo está muy enfadado», ha asegurado un vecino. Otro ha dicho que esta situación de malestar social «podría durar un tiempo».
El Gobierno de Shanwei, el distrito donde está Wukan, dijo este miércoles que varios funcionarios y miembros del Partido Comunista acusados de delitos en relación con la disputa por los terrenos habían sido detenidos y que se había suspendido el principal proyecto inmobiliario que se iba a realizar allí.
Además, las autoridades locales han difundido unas imágenes en las que se ve cómo cuatro personas detenidas son visitadas por sus familiares, a los que aseguran que se encuentran bien.