Las mujeres kurdas se han convertido en un símbolo de la resistencia kurda. Su participación en la defensa de su puebo no es nueva pero su protagonismo ha aumentado en los últimos meses porque los yihadistas temen ser asesinados por ellas porque eso significaría que no podrían acceder al paraíso. Entre todas ellas, hay un nombre propio, el de la guerrera Rehana, una joven de 19 años que ha matado a cerca de cien yihadistas del Estado Islámico.
Rehana se convirtió en una de las caras más importantes de la resistencia contra el Estado Islámico después de una foto que se viralizó en las redes sociales. En esa instantánea la joven se muestra haciendo el signo de la paz con sus dedos.
En los últimos días, la joven ha vuelto a ocupar el timeline de los usuarios de twitter porque existen rumores que apuntan a que la joven pudo ser decapitada por los yihadistas. Una imagen de un yihadistsa sosteniendo presuntamente su cabeza fue difundida por varios medios, entre ellos Daily Mail. Precisamente, este diario desmientes ahora la muerte de la joven.
Según publica el rotativo inglés, que cita a un amigo de la guerrera, la joven regresó a Turquía durante la semana pasada cuando los combates eran más intensos. Otro amigo suyo confirmó esta versión. Asegura que la imagen publicada por los bárbaros de ISISI que muestran a una joven decapitada no corresponde a los de Rehana.
En el último mes, la ofensiva de ISIS sobre Kobane ha empujado a miles de mujeres a unirse a las filas de los militantes kurdos. En el mes de abril, fueron creadas las unidades de combate femeninas, que hoy en día reúnen a diez mil mujeres.
Las guerreras kurdas tiene entre 18 y 24 años
Estas guerreras, entre 18 y 24 años, se alistan a la sección femenina de las Unidades de Protección Kurdas (YPJ) porque ven en el avance yihadista una grave amenaza para sus derechos. Muchas de ellas, antes luchaban por la creación de un estado kurdo o en la frontera entre Siria e Irak, pero ahora también lo hacen por sus derechos, ya que las mujeres sufren una fuerte discriminación en las zonas controladas por el Frente al-Nusra y el ISIS. Una de las comandantes de la unida que lucha en Francia, explica al SyriaDeeply.org que los extremistas no aceptan que las mujeres tengan puestos de mando, al contrario les obligan a cubrir sus rostros. “Quieren controlar nuestras vidas”, subraya Ruwayda.
Hace más de dos años, en Siria, los miembros del Frente al Nusra imponían la sharia, a medida que iban avanzando. Hace unos meses, en Irak, Estado Islámico impuso su barbarie en los territorios fronterizos que discurren en Siria e Irak. En ambos países, los episodios de barbarie se multiplican, sin apenas oposición.Ahora bien, entre las pocas fuerzas capaces de detenerles están los kurdos, sus milicias, los peshmergas y las guerreas kurdas.
Según NBC, las mujeres son un tercio de los combatientes de las Unidades de Protección Kurdas y en total suman unas 7.000. La mayoría son solteras y reciben un estricto entrenamiento. Cuando se “alistan” solo duermen seis horas. Se levantan a las 4 de la mañana e intercambian entrenamiento con conocimientos básicos. Luchan por la causa del pueblo kurdo. Abandona a su familia y a sus amigos para adoptar la austeridad y la disciplina.
Las mujeres tienen una baza a su favor. Según señalan las milicias kurdas, los islamistas temen ser asesinados por una mujer porque eso significaría que no pueden acceder al paraíso. Otra guerrera, Diren de 19 años, asegura a la BBC que “cuando ven a una mujer con un arma, están tan aterrorizados que empiezan a temblar y huyen”. Son suníes, como los miembros del Estado Islámico. No obstante, aquí terminan las similitudes. Diren indica que para los fanáticos del Estado Islámico, una combatiente mujer significa “haram”, una palabra árabe que significa prohibido o sagrado.