«Haftar vende a Europa, al mundo, la idea de que aplastará el terrorismo. En lugar de eso traerá 30 años de guerra civil, 30 años de Estado Islámico, 30 años de devastación», ha dicho, en una entrevista concedida al diario italiano »La Repubblica».
Así, ha recalcado que el mariscal de campo, leal al gobierno asentado en el este del país, «está bombardeando la periferia de Trípoli y matando a decenas de civiles». «¿Cómo podemos negociar con un traidor así?», se ha preguntado Maitig.
Haftar cuenta con el apoyo de los gobiernos de Egipto, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Arabia Saudí. Asimismo, diversos analistas han apuntado a un respaldo menos directo por parte de Francia y Rusia.
Las palabras de Maitig han tenido lugar antes de un encuentro con el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, quien ha dicho que Italia «está preocupado» por la situación.
«Queremos una solución política y haré todo lo posible para que todos los actores libios y miembros de la comunidad internacional trabajen con nosotros para lograr una solución pacífica y estable», ha remachado.
Italia es la antigua potencia colonial de Libia y el actual Gobierno ha expresado su preocupación por la posibilidad de que los combates en los alrededores de Trípoli desencadene una nueva oleada de migraciones hacia las costas del país.
Los enfrentamientos de los últimos diez días se han saldado con cerca de 150 muertos y más de 600 heridos, según los últimos datos que ha facilitado la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado de que al menos 147 personas han muerto y otras 614 han resultado heridas durante la ofensiva emprendida hace diez días por el general Jalifa Haftar para tomar la capital de Libia, Trípoli.
El autoproclamado Ejército Nacional Libio, que encabeza Haftar, lanzó el 3 de abril una ofensiva para limpiar de «terroristas» el oeste de Libia, donde se encuentra Trípoli, e inició su avance hacia la capital.
El gobierno de unidad lanzó por su parte una operación para repeler los avances de las fuerzas del mariscal de campo hacia la capital. La comunidad internacional ha condenado la ofensiva de Haftar y ha pedido el fin de los combates.
La ONU volvió a pedir el 11 de abril una «tregua humanitaria» en Trípoli. Ante esta situación, el enviado especial de la ONU para Libia, Ghasán Salamé, anunció el 9 de abril el aplazamiento de la conferencia nacional que iba a tener lugar entre el 14 y el 16 de abril en Ghadamés, al tiempo que se comprometió a trabajar para que tenga lugar «lo antes posible».
El propio Salamé ha expresado este lunes su preocupación por el recrudecimiento de los combates y ha dicho que ambas partes están movilizando recursos, ya que consideran que pueden imponerse por la vía militar.
Asimismo, ha indicado, en una entrevista concedida a la cadena de televisión británica BBC, que su mayor temor en estos momentos es que alguna potencia extranjera se involucre de manera más directa con armamento más avanzado.