En el primer acto de campaña electoral en Carolina del Sur, Haley ha defendido a Romney de las críticas del ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich y del gobernador de Texas, Rick Perry, también precandidatos, por su trabajo en Bain Capital, una empresa dedicada a comprar otras empresas y reestructurarlas, a menudo con pérdida de puestos de trabajo.
«Estoy orgullosa de todos los precandidatos republicanos, pero se me plantean serios problemas cuando algunos de ellos hablan como malditos demócratas contra la libertad de mercado porque nosotros creemos en la libertad de mercado», ha dicho Haley ante cientos de simpatizantes.
En su turno de palabra, Romney ha reiterado que Barack Obama es un «presidente fallido» debido a los problemas económicos que asuelan a Estados Unidos, entre los que ha citado los excesivos niveles de desempleo y endeudamiento.
«Amo a este país y tengo que deciros que estamos atravesando tiempos difíciles por el fracaso de un hombre», ha dicho el ex gobernador de Massachusetts, aunque ha matizado: «no creo que haya querido hacerlo mal, simplemente no sabe qué hacer».
Romney ha llegado este miércoles a Carolina del Sur para afrontar una campaña electoral de diez días. En esta ocasión, las primarias republicanas estarán marcadas por los debates entre precandidatos del día 16 y 19 de enero en Myrtle Beach y Charleston, respectivamente. La votación será el día 21 de este mes.
Según la última encuesta publicada por la cadena CNN, Romney ganaría las primarias republicanas de Carolina del Sur con el 37 por ciento de los votos, seguido del ex senador Rick Santorum, con un 19 por ciento, y de Gingrich, con un 18 por ciento.
De confirmarse esta tendencia, el ex gobernador de Massachusetts conseguiría su tercera victoria en estas elecciones, tras el »caucus» de Iowa y las primarias de New Hampshire, lo que lanzaría definitivamente su carrera hacia la Casa Blanca.
No obstante, antes de viajar hacia Carolina del Sur, Romney ha indicado que su equipo de campaña considera un «reto» ganar en este estado, ya que la última vez quedó cuarto. «Claramente, afronto una batalla más cuesta arriba que en New Hampshire», ha considerado.