Nadie se fía de nadie. Irán proclama bonitas palabras que no se convierten en hechos, Irán se mantiene al acecho y clama por no llegar a un mal acuerdo que se puede pagar caro, EEUU necesita un éxito internacional y Europa se balancea entre el pesimismo y el no romper la baraja. Así las cosas, sige el jarro de agua fría en Viena con unas negociaciones que no acaban de cuajar. Lejos parece que han quedado las ganas de muchos de bombardear Irán, per Obama no se puede permitir una muesa más de fracaso.
No es espera por el momento un avance importante
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se reunió en Viena con sus homólogos William Hague (Reino Unido), Laurent Fabius (Francia) y Frank Walter Steinmeier (Alemania) para intentar resolver las «divergencias muy importantes» en las negociaciones con Irán.
«Un avance rápido hoy es improbable», indicó el ministro británico de Exteriores, pero «vamos a ver nuestro margen de maniobra para realizar progresos antes del 20 de julio», fecha prevista para la firma de un acuerdo final. John Kerry había evocado poco antes «discrepancias importantes» en las negociaciones.
La capacidad de enriquecimiento de uranio reclamada por Irán está en el centro de estos desacuerdos. El uranio podría servir para fabricar la bomba atómica, si bien un débil enriquecimiento sirve de combustible para la producción eléctrica en centrales nucleares. «Es fundamental asegurarnos de que Irán no desarrollará el arma nuclear, que su programa es pacífico», añadió Kerry.
Irán pide que la confianza sea recíproca
«La confianza debe ser recíproca», respondió Zarif en su cuenta Twitter.
«No voy a participar en un juego de buscar culpables y de manipular. No es mi estilo. Pero sí me comprometeré en un esfuerzo sincero para llegar a un acuerdo», dijo el jefe de la diplomacia iraní, quien dijo esperar «lo mismo» de los negociadores del grupo 5+1 (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania). Durante la jornada, están previstas varios encuentros bilaterales y a tres bandas.
La comunidad internacional quiere obtener garantías firmes sobre la naturaleza estrictamente civil del programa nuclear iraní, a cambio del levantamiento de las sanciones que asfixian la economía de este país.
Desde la firma de un histórico pero temporal acuerdo en Ginebra en noviembre de 2013 –congelar el programa nuclear iraní a cambio de levantar parcialmente las sanciones–, las negociaciones continuaron para intentar lograr un acuerdo definitivo, que supuestamente debe quedar cerrado el 20 de julio.
Francia apuesta por un pacto serio y se muestra tan dura como EEUU
El ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, expresó hoy en Viena su esperanza de poder alcanzar con Irán un acuerdo nuclear definitivo de aquí al próximo 20 de julio, pero advirtió que ese pacto debe ser «serio».
«Este acuerdo serio implica que nos pongamos de acuerdo entre Irán y las seis potencias sobre varios puntos, como el enriquecimiento, el reactor de Arak, la transparencia y la posible dimensión militar (de sus actividades nucleares)», dijo el ministro.
«Desafortunadamente aún no hemos llegado a un acuerdo sobre estos puntos», advirtió Fabius, quien se reunirá hoy con sus homólogos de EEUU, el Reino Unido y Alemania para analizar el estado de la negociación nuclear con la República Islámica.
«Espero que la reunión nos permita progresar. Tenemos el plazo del 20 de julio. Si podemos alcanzar un acuerdo de aquí al 20 de julio, ¡bravo! pero que seaun acuerdo serio», señaló el ministro francés en unas declaraciones a la prensa.
«Si no alcanzamos un acuerdo, podemos prolongar la negociación o decir que desafortunadamente no tenemos perspectiva para un acuerdo. Veremos. Aún no estamos en el 20 de julio. De todas formas vamos a intentar trabajar en la buena dirección», concluyó Fabius.
Francia ha defendido hasta ahora, junto con Estados Unidos, la postura más dura y exigente con Irán en unas negociaciones que pretenden poner fin a una década larga de disputa atómica.
Por su parte, el viceministro de Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, señaló hoy en Viena, en unas declaraciones a la televisión iraní Irib, que tras seis meses de negociaciones el debate «está listo y preparado para decisiones políticas». «Todos los debates han concluido, incluso se han definido los límites precisos (del programa nuclear)», precisó.
En cuanto a la posibilidad de prolongar las negociaciones, Araghchi señaló que existe «poca voluntad» de extenderlas otros seis meses, «solo por unos cuantos días de ser necesario».
Algunos países, con EEUU a la cabeza, temen que Irán trate de desarrollar un programa nuclear con fines militares bajo el paraguas de la producción de energía atómica, algo que Teherán niega y asegura que sus actividades son exclusivamente civiles y pacíficas.
Entre los puntos más controvertidos destacan -aparte del uranio enriquecido-, la construcción de una planta de agua pesada en Arak, capaz de generar plutonio, y su posible relación con el programa de misiles iraní.
Londres cree que es pronto para hablar de prórroga en las negociaciones
«Aún hay diferencias significativas con Irán. Eso está claro en esta negociación. No es probable que haya un resultado rápido hoy», indicó Hague a los medios, antes de reunirse con sus colegas de Estados Unidos, Francia y Alemania.
El responsable del Foreign Office señaló que este encuentro, celebrado a petición de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, pretende comprobar las opciones de «progresar antes del 20 de julio», la fecha límite que las grandes potencias e Irán se han marcado como tope para cerrar un acuerdo.
Sobre la posibilidad de prorrogar esa fecha, Hague expresó: «es demasiado pronto» para hablar de eso.
«Estamos a una semana del final del (periodo para el) acuerdo de seis meses. La atención está en si podemos hacer progreso para un acuerdo global», dijo el ministro.
El portavoz de Ashton, Michael Mann, insistió hoy en que la negociación sigue centrada en la fecha inicial, fijada dentro de la hoja de ruta acordada por las grandes potencias e Irán el pasado noviembre.
Por su parte, el viceministro de Exteriores de Irán, Abás Araghchi, declaró hoy en Viena a la televisión iraní Irib, que tras seis meses de negociaciones, el debate «está listo y preparado para decisiones políticas».
«Todos los debates han concluido, incluso se han definido los límites precisos (del programa nuclear)», precisó el negociador.
En cuanto a la posibilidad de prolongar las negociaciones, Araghchi señaló que existe «poca voluntad» de extender por otros seis meses, «solo por unos cuantos días de ser necesario».
El acuerdo busca acabar definitivamente con las dudas sobre si el programa atómico iraní busca o no desarrollar armas atómicas.
El texto, del que se ha comenzado ya redactarse un borrador, tiene que fijar los límites del programa nuclear iraní para asegurar que no tiene la capacidad de producir a medio plazo armas atómicas.
Netanyahu prefiere que no haya acuerdo antes que un mal acuerdo
El primer ministro israelí, Bejamin Netanyahu, advirtió el domingo que cualquier acuerdo nuclear que permita a Irán enriquecer uranio sería «catastrófico».
«Sería un desastre para Estados Unidos y para los demás», dijo Netanyahu en una entrevista con la cadena Fox News cuando se acerca el plazo límite para un acuerdo sobre el programa nuclear iraní entre Teherán y los representantes de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Alemania.
Los ministros de Exteriores de las potencias occidentales se reúnen con el jefe de la diplomacia iraní, Mohammad Javad Zarif, cuando se acerca la expiración, el 20 de julio, del acuerdo provisional de seis meses entre las partes. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, advirtiró que todavía hay pendientes «etapas significativas» antes de un acuerdo definitivo.
Netanyahu advirtió que «un mal acuerdo es peor que ningún acuerdo», refiriéndose a la posibilidad de que Irán mantenga su capacidad de enriquecer uranio a cambio de aceptar un control por parte de inspectores internacionales.
«Espero realmente que algo así no suceda. Sería algo catastrófico porque Oriente Medio está en un momento de crisis, todo está al revés, los peores militantes, chiitas y sunitas radicales están compitiendo pata ver quién será el rey de los islamistas», añadió el primer ministro israelí.
«Si las armas nucleares llegan a manos de alguno de esos bandos, perdemos todos», sentenció.