The Wall Street Journal señala que las nuevas empresas de tecnología están centrando sus esfuerzos en lanzar productos relacionados con los pasatiempos, la artesanía y la moda femenina. Sin embargo, este tipo de negocios se enfrenta a un problema que se llama la brecha distintiva: compañías dirigidas por hombres que trabajan en el mercado femenino.
Hace dos años, Ashish Arora se convirtió en presidente ejecutivo de una empresa de manualidades, en ese momento no anticipó el tamaño de esa brecha entre hombres y mujeres. Este empresario diseñó unos ordenadores en los que se podía ver cómo funcionaba la tecnología, sin embargo este invento fue rechazado por las mujeres. Preferían que la tecnología estuviera escondida y los ordenadores lucieran limpios y lisos.
Las mujeres también querían ver los dibujos o las imágenes de lo que diseñaban en los ordenadores, para ello Arora se pasó por las tiendas observando a las mujeres. Compró una máquina de coser y comenzó a tomar lecciones de costura. También contrató a unas profesoras de artes amuebles como una manera de aprendizaje de sus gustos y necesidades.
Algunas personas en la industria consideran que esta brecha instintiva es un problema ya que hay más hombres en los puestos de dirección que mujeres. “Esto no quiere decir que un hombre este destinado al fracaso por el hecho de ser hombre”, dice Nicole Shariat Farb, presidenta ejecutiva y cofundadora de la empresa de comercio electrónico de artes manuales Darby Smart Inc.
A veces, las diferencias de género se desarrollan inadvertidamente, mientras la compañía evoluciona. Cuando Ben Silbermann cofundó Pinterest Inc. en 2010, su idea era crear una red digital de imágenes para ayudar a la gente a mostrar sus colecciones, como los insectos que le gustaba coleccionar de niño. Silbermann no anticipó que Pinterest se convertiría en un centro donde las mujeres compartirían su gusto por la artesanía.