Escocia votó en masa. Y lo hizo, con amplia distancia, a favor del »no». La región quiere seguir siendo parte del Reino Unido, para alivio de la nación británica. Los primeros resultados comenzaban a entrar sobre las dos de la mañana, con las regiones más pequeñas. La participación fue récord en el país: de alrededor del 84%, algo de que se congratularon todos los bandos.
Quedó para el final la región de las remotas Highlands: un amplio territorio al norte del país con poca población y muy dispersamente distribuida, que dio su »no» sobre las 8:20 hora local. Entre los resultados hubo algún consuelo para Alex Salmond: Glasgow, el distrito más poblado, con casi 500.000 votantes, se decantó por el azul de la independencia. Dio la victoria a Salmond con un 53% de los votos. Otro punto positivo para el »sí» fue el de Dundee, bastión del SNP, partido independentista. Este distrito fue donde consiguió el »sí» la victoria más amplia: un 57% de sus votantes quiere la secesión.
Las remotas Orkneys, islas al norte del país, se convirtieron en la representación del »no», dieron la mayor ventaja a la unión, con un 67% de los votos en contra de la secesión.