Ante las peticiones de dimisión antes de Navidad lanzadas desde varios sectores políticos, Kristiansen ha afirmado que «no ha considerado la dimisión». «Un jefe no puede abandonar un barco en medio de la tormenta», ha agregado.
«Al mismo tiempo, soy consciente de que tengo que tomar responsabilidades como jefe. Es el Gobierno quien debe decidir cuándo debería dimitir», ha indicado Kristiansen.
La directora de la principal agencia de Inteligencia de Noruega también ha pedido «humildad» al PST por «el hecho de que podría haber cometido errores y tenido prioridades incorrectas».
Según ha informado el diario noruego »The Foreigner», Kristiansen ha entonado el »mea culpa», reiterando que el PST «debe preguntarse a sí mismo qué se puede aprender de las cosas que fueron mal». «Estamos haciendo todo lo que podemos para no dejar ningún tema sin resolver y debemos gestionar este asunto con la máxima seriedad, utilizando todos los recursos necesarios», ha precisado, en declaraciones al periódico local »Aftenposten».
No obstante, ha admitido la dificultad que entraña la lucha contra los denominados »lobos solitarios». «El extremismo político es una cosa, pero, ahora mismo, este tipo de terrorismo es nuestro mayor reto», ha explicado Kristiansen.