“Le toca a los iraquíes, como nación soberana, resolver sus problemas. EEUU no puede hacer lo que tiene que hacer lo que les corresponde a los ex socios árabes regionales” , así de rotundo se expresó el presidente Barack Obama durante el discurso en el que trazó el plan de EEUU para terminar con ISIS. Es una cuestión regional y EEUU se cansa de ser policía del mundo.
“Parece lógico y deseable pero por la naturaleza de los régimenes y sistemas políticos en Oriente Medio y por el historial de sus relaciones no es previsible un marco de seguridad regional a largo plazo”, explica a www.teinteresa.es, Haizam Amirah Fernández.
La alianza internacional con la que quiere lanzar su ofensiva el gobierno estadounidense no es sencilla porque “los aliados frente a una amenaza no son los mismo que contra otra; y las amenazas son varias.” Oriente Medio está en un estado de cambio profundo y contradicciones así como alianzas inestables. De ahí que alianza de países regionales contra ISIS sea un asunto complejo.
En el caso de Turquía. Ha sido un país de paso importante para muchos elementos radicales que han pasado a Siria e Irak pero también la tensión sobre la región del Kurdistasn. Armar a los peshmerga podría contribuir a las aspiraciones independentistas de movimientos kurdos dentro de Turquía. “Buscarían una mayor autonomía incluso la creación de un Estado kurdo transfronterizo”, adierte Haizam.
Irán también está en una encrucijada. “El fortalecimiento de los rebeldes moderados es contraproducente para Irán” ya que debilitaría a su aliado regional, Bashar al Assad.
Arabia Saudí, será el «elemento clave de la coalición por su tamaño, su peso económico y su alcance religioso con los sunitas», según un responsable estadounidense. Sin embargo, el experto Haizam Amirah Fernández advierte que “buscar aliados entre países que han contribuido de alguna manera a el auge de acciones extremistas parece contradictorio.”
Arabia Saudi se caracteriza por imponer un régimen fanático en el que otras religiones que no sea el Islam están prohibidas. Además los juicios son a todas luces manifiestamente injustos, a los acusados a menudo no se les permite un abogado y se imponen penas de muerte por confesiones obtenidas bajo tortura. El país con el que colaborará Obama, Arabia Saudí sigue ejecutando a personas con una regularidad espantosa y en flagrante desconocimiento de las normas del derecho internacional, según denuncian el organismo internacional. Qatar es otro colaborado incómodo. Aunque de manera indirecta, en sus fronteras se encuentran organizaciones de caridad que financian a los yihadistas de EI.
“Todos los actores en Oriente Medio están posicionándose a partir de sus propios intereses que pueden llevar a posiciones contradictorias que dificultan muchos sus cálculos”, concluye Amirah Fernández.
Estados Unidos obtuvo este jueves el apoyo de diez países árabes a su campaña para «destruir» a los yihadistas del Estado Islámico (EI) en Irak y Siria, pero Damasco advirtió de los ataques sin su consentimiento. Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Catar, Omán, Egipto, Irak, Jordania, Líbano y Estados Unidos «declararon su compromiso de mantenerse unidos contra la amenaza que plantea para la región y el mundo el terrorismo (bajo todas sus formas), incluido el supuesto Estado Islámico».
Este compromiso podría implicar una participación en una «campaña militar coordinada», precisa el texto sin entrar en detalles. No obstante, algunos de los socios tradicionales de EEUU ya ha mostrado su rechazo a participar. Turquía confirmó que no participará en las operaciones militares, «sino que se concentrará totalmente en las operaciones humanitarias».