El ministro principal de Kerala, Pinarayi Vijayan, ha informado de la cifra de desplazados, aproximadamente 1.280.000, lejos de los dos millones de los que se estaba hablando durante los momentos más críticos.
Los desplazados que sí han podido regresar a sus hogares se han encontrado las viviendas anegadas y han comenzado la limpieza. Sin embargo, no hay suministro eléctrico en la mayoría de los casos las tuberías han quedado anegadas e inservibles.
Unos 1.500 militares continúan trabajando en las labores de rescate y continúa la evacuación en helicópteros de gente que se tuvo que subir a los tejados de sus casas ante la crecida del nivel del agua. Mientras, un equipo de unos 100 sanitarios de Maharashtra ha partido este lunes hacia Kerala para atender a los afectados.
Las autoridades han comenzado a enviar suministros de emergencia, que llegan ya al puerto de Kochi desde distintas partes del país. En estos cargamentos hay paquetes de alimentos listos para comer, leche en polvo, mantas, sábanas, ropa, jabón o compresas.
Este domingo ha comenzado a bajar el nivel del agua en Kerala tras una jornada de lluvias intermitentes solo para dejar ver lo que se estima en 10.000 kilómetros de carreteras destruidas y con el miedo a la aparición de brotes de enfermedades infecciosas debido a la falta de agua potable.