En el comunicado final de la cita, los mandatarios del G-7 subrayan que estarían dispuestos a aplicar nuevas represalias contra Moscú si lo requieren los acontecimientos en Ucrania.
«Subrayamos la responsabilidad de la Federación Rusa en el conflicto y subrayamos el papel que debe desempeñar para restablecer la paz y la estabilidad», apunta el documento. Además, advierten de que están «dispuestos a adoptar nuevas medidas restrictivas para incrementar los costes para Rusia si sus acciones así lo requieren».