Clive Derby-Lewis y Ferdi Barnard, los otros dos criminales del apartheid permanecerán entre rejas. Así lo ha explicado el ministro de Justicia, Michael Masutha Durh, en la misma rueda en la que anunció la libertad de Eugene de Kock.
Derby-Lewis, de 78 años, cumple una pena de cadena perpetua, padece un cáncer de pulmón y ha solicitado en numerosas ocasiones su salida de la cárcel. Lewis fue uno de los dos ulltraderechistas que asesinó en 1993 al líder del Partido Comunista Sudafricano (SAPC), Chris Hani.
También seguirá en la cárcel Ferdi Barnard, que cometió asesinatos como miembro del grupo paramilitar Civil Cooperation Bureau (CCB), creado por el Gobierno del »apartheid», y cuya solicitud de obtener la libertad condicional aún debe ser estudiada.
Eugene Kock en libertad
El ministro sudafricano de Justicia concedió la libertad condicional a Eugene de Kock, un coronel sudafricano de la policía del apartheid, conocido como el «asesino número uno» del régimen, que estaba preso desde 1994. «En el interés de la reconciliación nacional, he decidido poner a De Kock en libertad condicional», declaró el ministro Michael Masutha.
De Kock fue condenado en 1996 a dos cadenas perpetuas y a 212 años de cárcel por su labor al mando de una unidad antiterrorista de la policía, que reprimía a los activistas opuestos al régimen segregacionista de Sudáfrica.
El antiguo coronel reconoció más de 100 actos de asesinato, tortura y fraude ante la Comisión para la Verdad y la Reconciliación (TRC), que se estableció en 1995 para esclarecer y, en algunos casos, perdonar a quienes confesaron crímenes durante el apartheid, un régimen que duró entre 1948 y 1994.