La comunidad siria residente en España ya ha comenzado a sentir la represión del régimen en su propia piel. Desde que la represión a las revueltas comenzase el pasado mes de marzo, un grupo de manifestantes prodemocráticos se manifiesta cada domingo frente a la embajada de Siria en España en contra del embajador representante del régimen de Bashar al Assad.
Todas las ventanas de la embajada permanecen cerradas a cal y canto, pero siempre hay una que se mantiene entreabierta, desde donde los activistas denuncian que se produce el espionaje y la caza de brujas.
Desde esta ventana se registra material gráfico de todos aquellos que se manifiestan contra el gobierno sirio para después llevar a cabo amenazas y persecución hacia ellos y a sus familias, según han asegurado a Teinteresa varios disidentes.
“Toda la gente que está aquí están fichados y grabados, todos estamos amenazados”, asegura uno de los asistentes a la manifestación del pasado domingo quien dice no tener miedo. «Tarde o temprano este gobierno acabará, la gente sale y no vuelve sin libertad, eso lo tengo claro», añade.
Muchos de los que han sufrido estas amenazas han dejado de acudir a la cita, aunque todavía hay decenas que han derribado la barrera del miedo y siguen manifestándose cada semana para denunciar las injusticias que está cometiendo el régimen de Al Assad.
Reciben amenazas por teléfono o la visita de los servicios secretos en su domicilio
Uno de ellos, un joven español de origen sirio que prefiere mantenerse en el anonimato, sufre desde hace una semana las amenazas directas en su teléfono móvil. En unos 150 mensajes en árabe y en castellano que ha recibido hasta el momento desde un teléfono móvil español le aseguran que con una llamada de teléfono le “pueden hacer volar” o “pueden cambiarle la vida”.
El joven lleva unos cinco meses manifestándose cada domingo frente a la embajada y cree que este es el único motivo que mueve a su acosador a mandarle decenas de mensajes cada día.
El caso ya ha sido denunciado a las autoridades españolas, quienes investigan quien es el titular del teléfono desde el que se acosa al joven.
Además, el testigo apunta que no es el único que sufre amenazas y, junto a otros afectados, prepara ya una demanda conjunta para hacer frente al acoso que creen proveniente del régimen.
Otro de los afectados por la persecución es el médico traumatólogo residente en España, Mohamed Nidhaf Kubba. El doctor Kubba ha formado parte de la oposición al gobierno de los Assad toda su vida. Su padre, político fundador del antiguo partido ‘Ba’ath’, fue condenado a muerte por el régimen de Hafez al-Assad, padre de Bashar.
Temiéndose la condena, el padre de Kubba huyó a Irak en 1969 junto a su familia, por lo que el doctor no pudo entrar a su país durante más de 30 años hasta una amnistía que le otorgaron en 2006 que le permitía el acceso al país con restricciones.
Kubba, casado con una española, reside ahora en Madrid, en donde acude cada domingo a manifestarse contra el régimen que le ha perseguido toda su vida por motivos políticos. Tras manifestarse junto al resto de sus compatriotas, la policía secreta se ha presentado ya en varias ocasiones en el domicilio de sus dos hermanos residentes en Siria preguntando por él para arrestarle.
Aunque Kubba sostiene que las visitas del servicio secreto no han conllevado más consecuencias, lamenta que ya no podrá volver a su país mientras Assad continúe en el poder por el simple hecho de mostrar su disidencia.