Kukuriku, integrada por el Partido Socialdemócrata de Croacia, el Partido Popular de Croacia-Liberaldemócratas, la Asamblea Democrática de Istria y el Partido Croata de los Pensionistas, se impone así a la Unión Democrática Croata (HDZ) de la primera ministra saliente, Jadranka Kosor, que consigue 47 escaños, frente a los 79 recabados por la coalición de centro-izquierda croata.
Este resultado supone una derrota histórica para la HDZ, el partido que ha dominado el panorama político del país desde si independencia en 1991.