El informe de la CIDH no arroja dudas. Venezuela es el país con más muertes en las prisiones, y la comisión ha llegado a la conclusión de que el país tiene las cárceles más violentas de toda la región. De acuerdo con la información aportada por el propio Estado venezolano, 1,865 presos han fallecido en centros penitenciarios durante los últimos cinco años. La cifra se eleva hasta 4.506 desde el año 1999, donde además 12.518 reos resultaron heridos.
Con todo, Venezuela presenta casos donde la violencia no sólo se produce entre presos. El Observatorio Venezolano de Prisiones denuncia que sólo en 2010 cuatro mujeres de internos fueron asesinadas por armas de fuego en diversos penales del país. Los funcionarios de prisiones tampoco se libran de esta dinámica y la comisión hace referencia al caso de Orlando Olivares.
«El 10 de noviembre de 2003 efectivos de la Guardia Nacional de Venezuela ejecutaron extrajudicialmente a siete reclusos que estaban rendidos y desarmados, en el contexto de las acciones desplegadas para controlar una supuesta riña en el Internado Judicial del Estado de Bolívar, »Cárcel de Vista Hermosa», sentencia el informe.
Los hechos fueron los siguientes. Después de controlar la situación en el penal, las fuerzas de seguridad llevaron a los internos al campo de deportes, donde los agredieron con bates, tubos, fusiles y varillas. Tras lo cual, tomaron a los supuestos líderes de los pabellones y los ejecutaron sin piedad. La CIDH no sólo denuncia torturas y asesinatos, sino que los casos de desaparaciones forzadas continúan mientras las autoridades niegan conocer su paradero.