El sufrimiento se apodera de la población de Burundi. Huyen de la violencia en su país y al llegar a tierras tanzanas encuentran la muerte en los campos de refugiados.
En Kigoma, en la orilla oriental del lago Tanganica y cerca de la frontera con Burundi, unos 2.000 refugiados permanecen hacinados en un estadio de fútbol que ha sido designado como centro de tránsito para los refugiados, que después son trasladados al campo oficial de Nyarugusu. Las instalaciones médicas existentes han recibido más de 1.000 casos de diarrea aguda en la última semana.
En Kagunga, otro campo de tránsito que dista unas cuatro horas en barco de Kigoma, hay actualmente unos 15.000 refugiados. «Los servicios médicos están constantemente colapsados, pues la media de pacientes por día no baja de 200”, explica MSF . «Debido a la falta de recursos para gestionar todos los casos, algunos pacientes con cólera murieron mientras estaban siendo trasladados en barco a Kigoma. Las condiciones de vida en Kagunga son inaceptables: no se ha facilitado material de cobijo a los refugiados y estos tienen que optar por construirlo por sus propios medios o dormir al raso”
Casi 110.000 burundeses han huido de la violencia y la crisis política de su país desde el pasado mes de abril y han encontrado refugio en Ruanda, Tanzania y la República Democrática del Congo, cifra que podría duplicarse en los próximos seis meses.
De ellos, unos 64.000 han huido a tierras tanzanas, pero en el área de Kagunga (frontera noroccidental de Tanzania con Burundi) ha surgido un brote de cólera que amenaza a los refugiados, según Acnur.
Burundi no necesia otra crisis
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, António Guterres, aseguró que «Burundi no necesita otra crisis«, en referencia a la guerra civil que esa nación sufrió entre 1993 y 2005, y pidió la solidaridad de los países vecinos y el apoyo de la comunidad internacional.
El cólera se transmite a través de la contaminación del agua potable y de los alimentos. Acnur señaló que, aunque se necesita una evaluación epidemiológica para esclarecer el origen del brote, las condiciones de hacinamiento e insalubridad en Kagunga y el consumo de agua del Tanganica pueden estar detrás del brote, mientras que las agencias humanitarias temen un empeoramiento de la situación, máxime teniendo en cuenta que el cólera es endémico a orillas del lago.