La ciudad siria de Kobani, poblada mayormente por kurdos, vive ya tres meses de intensos combates entre el Estado Islámico (EI) y las Unidades de Protección Popular (YPG), los milicianos kurdos que protegen la ciudad de los yihadistas sunitas.
Aviones de la coalición internacional liderada por Estados Unidos han bombardeado 22 objetivos del Estado Islámico en Irak y Siria, según ha informado el Pentágono. En concreto, se han realizado doce bombardeos en Siria y diez más en territorio iraquí.
Muchos kurdos buscaron refugio en Turquía, pero allí los tratan como a «gitanos», según cuenta en un reportaje a la cadena »Al Jazeera» una de las ciudadanas que decidió quedarse.
Los domicilios no cuentan con calefacción ni gas, así que las mujeres encienden hogueras afuera, para cocinar y para calentarse.
No quedan tiendas, pero los productos básicos, como alimentos, ropa y medicina, son provistos por las YPG y por el Peshmerga, el ejército kurdo iraquí. Hasta continúa la recolección de basura, aunque los basureros deben andar armados.
En el caso de los ataques de Siria, los objetivos estaban concentrados en la ciudad de Kobani, aunque también han sido bombardeados objetivos en Alepo, Hasaka y Raqqa, según los datos difundidos por la Fuerza de Tarea Combinada Conjunta del Ejército estadounidense.
En Irak, los ataques se han concentrado en torno a las ciudades de Sinyar, Asad, Tal Afar, Ramdi, Mosul y Faluya, principalmente en el norte y noroeste del país.