La hipótesis del mal tiempo cobra fuerza como causa del accidente del vuelo QZ 850 de AirAsia. El piloto, momentos antes de perder el rastro del avión, pidió permiso para desviarse porque estaba ante una tormenta. En declaraciones a www.teinteresa.es, El secretario de comunicación de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), David Guillamón asegura que “estaba volando por la zona que se conoce como convergencia intertropical que se caracteriza por mucha inestabilidad atmosférica.”
En la zona que sobrevolaba el avión de AirAsia convergen masas de aire con distinta temperatura que provocan que se produzcan movimientos ascendentes y enfriamiento súbitos de aires que provocan nubes de tormentas. “Se llaman cumulonimbo. Son nubes que pueden llegar a la estratosfera y que tienen carga eléctrica muy potente y además mucha inestabilidad en su interior, incluso material sólido como bolas de hielo que pueden dañar la estructura pero es muy extraño que un piloto no detecte ese tipo de información y la evite”, señala el experto.
Si esto ocurre piden permiso y siempre se les autoriza. “Si les pilla de sorpresa, primero se mueve y luego lo dicen. Normalmente no se desvían mucho”, reconoce Guillamón.
En este sentido, un piloto experimentado explica a www.teinteresa.es que “la meteorología es el factor número uno de riesgo” para los pilotos. Insiste en que los aviones cuentan con equipos de radares sofisticados y “no vas a ciegas”, pero las condiciones de la atmósfera cambian y modifican los estudios de tierra.
En su opinión, cabe la posibilidad de que “se encontrase con la tormenta delante”. Este tipo de fenómenos están formados por “turbulencia severas y partículas de hielo que pueden llegar a obstruir los sistemas de comunicación del avión y hasta romper el fuselaje”..