«Conforme a una investigación completa sobre toda la información disponible, la implicación y la complicidad de los oficiales franceses está clara», sostiene el informe Muse, de 53 páginas.
«Los oficiales franceses eran conscientes y ayudaron a las acciones y objetivos del Gobierno de Juvénal Habyarimana y de los genocidas que se hicieron con el poder en el inicio del genocidio contra los tutsi», precisa.
Sin embargo, el bufete norteamericano ha subrayado que no ha podido acceder a toda la información existente porque «durante décadas los militares y agentes civiles franceses han informado directamente sobre los asuntos ruandeses al Gobierno en París y muchos de los materiales han sido clasificados como secretos».
De hecho, ha recordado que en 1998 una comisión parlamentaria de Francia llevó a cabo una investigación propia que el ‘número dos’ del grupo de trabajo, Jean-Claude Lefort, se negó a firmar porque los puntos clave no pudieron esclarecerse. Diez años después declaró en una entrevista que no habían conseguido su objetivo de llegar a la verdad.
Por ello, también ha acusado a las autoridades francesas de «interferir en los esfuerzos para proporcionar justicia a las víctimas» y les ha pedido que entreguen todo este material. «Ahora, casi un cuarto de siglo después, (el secretismo) no sirve a ningún propósito», ha considerado.
El despacho ha recomendado al Gobierno de Ruanda que realice su propia investigación oficial y que intente recabar la cooperación de Francia. La ministra de Exteriores ruandesa, Louise Mushikiwabo, ha declarado en un comunicado que coinciden en que estas pesquisas son «legítimas».