En un comunicado, el grupo integrista fundado por el mulá Omar ha dicho que la ofensiva se desarrollará en todo el país para atacar a las fuerzas militares extranjeras y a las fuerzas de seguridad afganas, además de al Gobierno.
Los talibán han asegurado que determinadas zonas del país siguen todavía bajo control de fuerzas militares foráneas y han censurado el anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que enviará miles de militares más al país centroasiático.
Además, han acusado a las fuerzas militares extranjeras de haber aumentado los ataques contra sus milicianos y contra lugares sagrados como las mezquitas. En este sentido, el grupo integrista ha criticado al Gobierno afgano por haber firmado un pacto de seguridad con estados Unidos que ampara el despliegue de más tropas norteamericanas en Afganistán.
En el marco de la nueva ofensiva, los talibán han pedido a sus milicianos que garanticen que los civiles y sus propiedades no sufren ningún daño en sus operaciones. En esta misma línea, han pedido a los afganos que se mantengan alejados de las bases y acuartelamientos de las fuerzas de seguridad afganas y de las fuerzas militares foráneas, así como de sus convoyes.
El anuncio de la ofensiva de primavera de los talibán llegan en un momento en el que se están aumentando los esfuerzos desde el Gobierno para tratar de poner fin a la violencia mediante un proceso de reconciliación. Los talibán se han negado hasta el momento a participar en cualquier negociación para cerrar un proceso de paz.