Alberto Nisman acudió a un compañero de trabajo para que le entregara una pistola, sin saber que ese arma acabaría con su vida. Diego Lagomarsino, trabajador de la fiscalía, le entregó la pistola después de que el sábado, un día antes del fallecimiento, le llamara para pedirle protección. Se sentía amenazado y pese a tener a su nombre otras dos armas, pidió otra.
Según la fiscal del caso, Viviana Fein, no intervino una tercera persona en el suceso pero no se descarta ninguna línea de investigación.
El disparo no dejó rastro de pólvora ni de ningún otro contenido químico en las manos del fallecido. El arma, una Bersa Thunder.22 de bajo calibre, es un arma corriente que se ha convertido en el centro de la investigación judicial que pretende esclarecer si lo que ocurrió en el domicilio de Nisman el pasado domingo fue un asesinato o un suicidio, y en ese caso si fue inducido.
El barrido electrónico no encontró pólvora ni residuos propios de ella (nitrato de bario, dióxido de plomo y trisulfuro de antimonio)en la mano derecha ni en el brazo ni en la ropa del fiscal. Quedó en entredicho la versión oficial de que el trágico suceso había sido un suicidio. Sin embargo, es insuficiente para descartar esta línea de investigación. Según los expertos, a menor calibre, menores posibilidades hay de que queden restos químicos.
Calcar el entorno en el que se produjo el disparo
Aún así la fiscal del caso, Viviana Fein, ha pedido que se realice una segunda prueba mucho más exhaustiva que la primera. De este modo, se volverá a disparar el arma para comprobar qué nivel de residuos puede dejar el disparo. Pero el peritaje no se realizará de cualquier forma. Se tiene que reproducir de la forma más exhaustiva el entorno en el que la bala salió del cañón del arma para matar a Nisman.
Se tienen que calcar el tiempo y el espacio, las posibles corrientes de aire, las condiciones de humedad y dejar transcurrir un tiempo similar al que pasó hasta encontrar el cadáver del fallecido.
Resbalón de la fiscal
La decisión de la fiscal Viviana Fein vino precedida por una gran polémica en Twitter después de unas declaraciones en Radio Mitre en las que afirmaba que «la pericia de búsqueda de restos de pólvora en las manos lamentablemente dio negativo».
El servicio de Salud no pudo atender a Nisman
El Ministerio de Salud del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires emitió un comunicado explicando cómo actuó ante las demandas de auxilio del caso Nisman. Según el servicio sanitario de la capital argentina, a las 22:49 recibieron el primer aviso para azucena Villaflor 450, con código rojo. Cinco minutos después, una ambulancia se dirigía al lugar solicitado pero al llegar a su destino, la Seguridad del Edificio afirmó que no se había pedido ningún tipo de servicio médico.
A las 23:26 se recibe el segundo aviso, esta vez para asistir en la misma calle pero ya en la vía pública. Llegó al lugar a las 23:40. Nunca se pudo realizar el auxilio, ya que quedó a la espera de que el juez reconociera el cadáver.