En su escrito, el Vaticano rechaza, «de acuerdo con los documentos» en su posesión, «cualquier intento de desacreditar» a los miembros de este grupo y a su labor.
Asimismo, subraya su confianza en la «plena cooperación de todos» en esta fase «tan delicada» y espera el informe de dicho grupo para adoptar, en el ámbito de su competencia, las medidas «más oportunas para el bien de la Orden Soberana y Militar de Malta y de la Iglesia».
«La Santa Sede desea reiterar su apoyo y su aliento a la encomiable labor que la Orden realiza en diversas partes del mundo en cumplimiento de los fines de la Orden: la »tuitio fidei» (defensa de la fe) y el »Obsequium pauperum» (el servicio a los pobres, a los enfermos y a las personas más vulnerables)», señala.