El acuerdo plantea el cese inmediato de las hostilidades, un proceso de desarme y la creación de un Gobierno inclusivo, entre otras medidas con las que las partes aspiran a sofocar las inestabilidades que han afectado al país africano desde el golpe de Estado de 2013.
«Nos complace especialmente el compromiso de proteger los derechos de los niños y de terminar con las graves violaciones contra ellos, pero los compromisos no son suficientes», ha destacado Fore, en un comunicado en el que ha subrayado que, tras la firma, «ahora es el momento de actuar».
No en vano, dos tercios de los niños centroafricanos necesitan ayuda humanitaria y uno de cada cuatro vive fuera de su hogar –algunos de ellos como refugiados–, en un escenario que «ha devastado la vida» de millones de menores de edad, ha recordado el máximo responsable de UNICEF.
Fore ha pedido «pasos concretos» para que el acuerdo de paz se traduzca en «medidas importantes para los niños», como por ejemplo que queden en libertad todos los menores asociados a grupos armados y que estos sean tratados como víctimas. También ha instado al Gobierno a acelerar la adopción del Código de Protección Infantil y alinear el sistema de justicia juvenil del país africano con los estándares internacionales.
UNICEF ha dicho estar «preparado» para colaborar en todos estos esfuerzos, con la esperanza de que el acuerdo de paz suscrito hace unas semanas sea «un paso fundamental hacia una paz duradera a largo plazo para los niños del país», en palabras de Fore.