La UE ha vuelto a dar el espectáculo en Siria. Por una lado está Cameron, que siempre junto a EEUU apoyará lo que decida el presidente americano. Así ha sido siempre y así seguirá siendo. 40 minutos han hablado ambos por teléfono para ir de la mano si finalmente Obama se decide por un ataque quirúrgico. De tropas nadie habla. Son caras y se convierten siempre en un avispero imposible. Francia no es reacia a la intervención. El presidente francés François Hollande estimó este domingo que existe «un conjunto de indicios» que indica que el ataque del 21 de agosto cerca de Damasco fueron «de índole química» y que «todo lleva a pensar» que el régimen sirio es «responsable».
Durante una entrevista con el primer ministro australiano Kevin Russ sobre este tema, el presidente francés pidió además que las Naciones Unidas tengan «acceso inmediato y sin restricciones» a los lugares en cuestión, añadió la presidencia en un comunicado.
El jefe de Estado francés hizo hincapié en «la calidad de la cooperación con Australia, que tomará la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU en septiembre 2013, y la determinación de Francia de no dejar este acto impune».
La oposición siria acusa al régimen de Bashar al Asad de haber utilizado gases tóxicos en ataques en la región de Damasco el miércoles, evocando más de mil muertos.
La comunidad internacional presiona para que los expertos de la ONU, que llegaron a Siria el 18 de agosto con la misión de investigar acerca de acusaciones previas de uso de armas químicas, puedan trasladarse rápidamente al lugar.
La alta representante de la ONU para el desarme, Angela Kane, llegó el sábado a Damasco, para intentar obtener la autorización del régimen.
La canciller alemana, Angela Merkel, sin embargo, en plenas elecciones no está dispuesta a embarcarse en una guerra que puede hacer daño a su imagen. La Canciller lo ha dejado claro: es contraria a una intervención militar en Siria, pese a las últimas denuncias del empleo de armas químicas por fuerzas del Gobierno de Bashar al Asad.
El portavoz de la jefa de Gobierno alemán, Steffen Seibert, afirmó hoy que el Ejecutivo rechaza «el camino de una solución militar» en este país de Oriente Medio y apuesta por la vía política. «No creemos que esto se pueda arreglar militarmente desde fuera, sino que se debe organizar una solución política en Siria», explicó el portavoz.
La canciller aplaudió hoy en otro acto la disposición de Rusia a que una comisión internacional independiente investigue sobre el terreno el último ataque denunciado con armas químicas de las tropas leales a Al Asad, que podría haber costado la vida a un millar de personas según los rebeldes que luchan contra el Gobierno.
Desde el comienzo de la guerra, Alemania se ha mostrado a favor de una solución dialogada, pese a la decepción que esta postura ha causado en algunos de sus aliados. ¿Una voz propia? Imposible en esta amalgama de intereses que es la UE.