«Tras los incidentes de ayer, las tensiones y la violencia parecen haber avanzado otro paso. Esperamos que todas las partes pongan fin a la violencia urgentemente y eviten el uso de la fuerza», ha reclamado el Servicio Europeo de Acción Exterior a través de un comunicado.
El piloto Óscar Pérez robó un helicóptero del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CIPC) y se dirigió contra el TSJ. Según el presidente venezolano, Nicolás Maduro, lanzó varias granadas contra el alto tribunal. Además, el ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas, asegura que sobrevoló el Palacio de Miraflores.
Pérez, ha justificado explicado en un vídeo difundido por las redes sociales que fue un «despliegue aéreo-terrestre» para lograr «restablecer el orden constitucional» en el país. El piloto ha exigido la renuncia de Maduro y la convocatoria de nuevas elecciones.
La Mesa de Unidad Democrática (MUD)ha denunciado que al mismo tiempo se produjo un «asalto militar y paramilitar» en la Asamblea Nacional, controlada por la coalición opositora desde 2015. De acuerdo con el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús »Chúo» Torrealba, lanzaron «diez artefactos explosivos» contra el edificio y varios diputados resultaron «golpeados» por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
El »servicio diplomático europeo» ha dejado claro que «la Unión Europea espera que las autoridades y los actores políticos se abstengan de iniciativas que polarizarán más el país y aumentarán la confrontación» en Venezuela y que «respeten la Constitución y sus principios democráticos», es decir, el Estado de Derecho, los Derechos Humanos y las libertades fundamentales.
La UE avisa que «en los últimos tres meses, el pueblo de Venezuela ha estado experimentando violencia diaria y represión que han provocado ya demasiadas muertes» y admite que «tras los acontecimientos de ayer las tensiones y la violencia parece que han avanzado otro paso».
«Esperamos que todas las partes pongan fin a la violencia urgentemente y eviten el uso de la fuerza», ha reclamado el Servicio Europeo de Acción Exterior, que advierte que «la violencia sólo profundizará las divisiones en el país y pondrá más obstáculos en el camino para una solución democrática pacífica» y que sólo se podrá llegar a una solución a la crisis venezolana «a través del diálogo, la voluntad política y la valentía».
La UE ha recordado que Venezuela se enfrenta a «desafíos sociales, económicos, políticos y de seguridad urgentes» y «que la población de Venezuela se merece ver un final a la actual crisis política».