«La comisión de investigación presentó el 24 de mayo los hallazgos de su investigación independiente, profesional e imparcial, concluyendo que la instalación de misiles BUK utilizada para derribar el vuelo MH17 pertenecía sin ninguna duda a las fuerzas armadas de la Federación Rusa», ha recordado Mogherini en un comunicado.
A la luz de estas conclusiones, la Unión Europea reitera su llamamiento a Moscú para que «acepte su responsabilidad y coopere plenamente para rendir cuentas». Además, ha alabado las medidas tomadas por los países involucrados para conseguir una investigación «efectiva».
En el cuarto aniversario de la tragedia, la jefa de la diplomacia europea ha recordado a los pasajeros y a la tripulación fallecidos. » Para aquellos que perdieron a sus seres queridos, este es un día de dolor y expresamos nuestra más profunda solidaridad y respeto por ellos», ha declarado.
El 17 de julio de 2014, la aeronave, con 298 personas a bordo, fue alcanzada por un misil cuando sobrevolaba la zona en conflicto del este de Ucrania, dominada por rebeldes prorrusos. La investigación ha confirmado que el convoy que llevaba el misil pertenecía al Ejercito ruso, una acusación que el Kremlin niega al asegurar que ya no fabrican ese tipo de armamento.